Omran Daqneesh, el niño que en agosto de 2016 se convirtió en símbolo de la guerra en Alepo, sigue viviendo en Siria y así luce 10 meses después de aquella noche que fue rescatado de entre los escombros tras un bombardeo en una zona controlada por los rebeldes.
Aunque parezcan dos niños distintos, es el mismo, sólo que ahora Omran no tiene la cara ensangrentada y llena de polvo como lucía en agosto pasado, cuando fue rescatado junto a su familia.
Omran vio su infancia destruida en un instante
Un ataque aéreo destruyó el edificio donde vivía. A los tres días, su hermano mayor falleció mientras jugaba en la calle y una bomba cayó sobre él.
La verdad tras su historia ha conmocionado al mundo
Luego de que su foto diera la vuelta al mundo, la familia de Omran decidió evitar los medios de comunicación por miedo a posibles represalias. Además, el presidente de Siria, Bashar al-Assad, manifestó que la fotografía era forzada y poco real. Ahora un medio de comunicación que apoya al presidente decidió entrevistar a la familia, y mostraron al nuevo niño. Lo más interesante es que el padre de Omran contó toda la verdad.
“Estábamos en nuestra casa, sentados. Omran y yo jugábamos con el móvil y, de repente, nos atacaron. Yo no podía ver nada, no vi la luz hasta que oí su voz, lo busque y lo agarré, mientras yo sangraba encima suyo, lo llevé a una habitación segura hasta que encontré al resto de mi familia”.
Los rebeldes comenzaron a grabarlo mientras yo estaba en casa poniendo a todos a salvo, cuando salí pregunté: “¿dónde están mis hijos?”. Me dijeron que en el hospital y me llevaron en una ambulancia, Omran tenía la cabeza vendada. Sin embargo, lo llevaron al hospital solo para grabarlo con la intención de hacer propaganda.
Afortunadamente este guerrero está lleno de amor
Para dicha de Omran y su familia, las cosas han cambiado y hoy luce feliz y sano. Su sonrisa y su mirada son diferentes. Esta fotografía es el ejemplo de que podemos lograr un mundo mejor.