Por encima de los resultados de cada selección, prima en este tipo de torneos observar la evolución de las estrellas del mañana. El Mundial Sub-20 de Corea del Sur ha permitido brillar a algunos jugadores, como Dominic Solanke, campeón con Inglaterra, el venezolano Adalberto Peñaranda o el italiano Ricciardo Orsolini.
La pareja inglesa Solanke-Lookman
Ellos fueron los dos principales estiletes ofensivos de la campeona del mundo. Dominic Solanke y Ademola Lookman fueron decisivos en varios partidos, salvo en la final, donde Dominic Calvert-Lewin firmó el gol que valió el título.
Designado mejor jugador del Mundial, Solanke es una de las grandes esperanzas del fútbol inglés. Con su perfil atlético y sus carreras en buscando la profundidad ha sido una pesadilla para las defensas, aunque aún debe mejorar en el regate.
La próxima temporada militará en el Liverpool, después de que el Chelsea no explotase todas sus virtudes.
Lookman ha sido su mejor socio en el ataque, sobre todo con su doblete en octavos ante Costa Rica.
El extremo del Everton es muy hábil con el balón, aunque a veces ha pecado de individualismo.
El brillante Peñaranda
El difícil no reparar en el delantero venezolano Adalberto Peñaranda. Y no sólo por su cabello teñido de rubio platino, sino por su técnica y su combatividad. Autor de dos goles y tres asistencias, el jugador del Málaga (cedido por el Watford), fue uno de los grandes artífices del recorrido de Venezuela en el Mundial, donde alcanzó la final por primera vez en su historia.
En la final se exprimió hasta el último suspiro, cuando fue sustituido con problemas físicos, y con mayor dolor moral por ver cómo la ‘Mini-vinotinto’ se despedía a las puertas de la gloria, después de que fallara un penal. Sus continuos cambios de club no le han beneficiado a la hora de estabilizarse y mostrar todo su talento.
Orsolini, el delantero que necesita Italia
Italia tiene históricamente en el puesto de delantero a uno de sus puntos débiles. Por ello se espera mucho de Riccardo Orsolini, jugador de la Juventus de Turín, que militó cedido esta temporada en el Ascoli (Serie B).
Con cinco goles, Orsolini se llevó la Bota Oro del Mundial. Su buen juego de cabeza y sus desmarques le hicieron brillar, sobre todo ante Francia en octavos.
Su estilo de juego se adapta perfectamente al de la ‘Azzurrina’ de Alberigo Evani. En los partidos en los que Orsolini estuvo menos acertado, Italia, tercera clasificada, contó con la zurda precisa de Federico Dimarco, un lateral goleador.
Alto nivel bajo palos
Este Mundial Sub-20 también estará marcado por las buenas prestaciones de los arqueros. Entre los nombres a destacar están el meta de Venezuela Wuilker Faríñez, sereno y ágil, además de gran atajador de penales. También el uruguayo Santiago Mele atajó tres lanzamientos desde los once metros en los cuartos ante Portugal.
Hasta la final, el inglés Freddie Woodman pasó más desapercibido, pero en el momento clave sacó a relucir todas sus cualidades, especialmente deteniendo un penal a Peñaranda, lo que se valió el premio a mejor arquero del torneo.