Una tarde de principios de mayo, Claudia Lizardo, una directora creativa de 29 años, regresaba, junto a unos amigos, a su casa en Caracas tras una de las tantas protestas contra el Gobierno de Nicolás Maduro que se han sucedido en los últimos dos meses.
Diego Oré / Reuters
A bordo del autobús que los llevaba de vuelta, los jóvenes notaron que, dentro de la unidad, la gente no estaba enterada de por qué protestaban ni de la crisis económica que ha obligado a muchos a saltarse comidas y hacer enormes colas en busca de alimentos y medicinas escasos.
Es así que, junto con otros jóvenes también preocupados por la efectos de la falta de información en los medios de comunicación del país, decidieron dar un noticiero a bordo de los autobuses que recorren las zonas más deprimidas de la capital venezolana.
“Las personas agradecen lo que ocurre porque, debido al cerco comunicacional que se ha impuesto desde hace mucho tiempo en Venezuela, hemos estado expuestos a no tener información veraz”, dijo Lizardo, antes de subir a un microbús con destino a Petare, una de las barriadas más grandes de Latinoamérica.
Frente a un marco de papel engrudado que emula una televisión, Oswaldo Maccio, un actor de 35 años, lee durante tres minutos noticias que abarcan desde política hasta consejos para preparar comidas con los pocos insumos disponibles, ante los gestos de asombro de los oyentes que quedan boquiabiertos.
Las únicas normas que tiene el equipo de cinco personas, que sale a las calles dos veces a la semana, es no usar ropa con motivos políticos, no responder a los ocasionales comentarios de la audiencia ni achacar las muertes que se han sucedido tras dos meses y medio de protestas contra el presidente Nicolás Maduro.
En Venezuela, los medios suelen tomar partido por el Gobierno o la oposición por lo que la postura intermedia del BusTV ayuda, dicen sus creadores, a bajar la confrontación. Quizá por ello, al bajarse de los autobuses, los choferes no quieren cobrarles el pasaje y la multitud los aplaude.
ABRIR LOS OJOS
En los estados Carabobo y Anzoátegui, en el centro y oriente del país, otro grupo de periodistas ha replicado la iniciativa del BusTV y en otros puntos del país se preparan para hacerlo.
“Es una manera para abrirle los ojos a la gente. Yo estoy clara con la situación de Venezuela, pero hay gente que cree que este es el país de las maravillas y no es así”, dijo Rosalba Paredes, un ama de casa de 66 años que oyó al BusTV, en referencia a la aguda crisis económica que vive Venezuela.
Según estudios privados, alrededor de la mitad de los venezolanos no tiene acceso a redes sociales por lo que se informan a través de medios tradicionales, los cuales, desde que Maduro asumió en el 2013, han cambiado su línea editorial acercándola al oficialismo. [nL1N1HY1S4]
Según un estudio de la red de periodistas Instituto Prensa y Sociedad (IPYS), entre 2005 y 2015 más de un centenar de medios de comunicación fueron sacados del aire o censurados.
El Gobierno socialista ha justificado las medidas por supuestas violaciones a las normativas vigentes como la prohibición de usar imágenes consideradas violentas.
“Claramente, en el pulso de la comunicación, el Gobierno ganó de largo: tiene poder, tiene dinero y capacidad de informar”, dio Laura Castillo, una periodista de 41 años, que también forma parte del equipo del BusTV y que ayuda dando forma a los guiones y, de cuando en cuando, lee las noticias.
“(El BusTV) es una actividad microscópica, pero no hay nada grande que no comience siendo algo microscópico”, agregó.