Lo que hace a penas unos meses parecía ser una relación muy distante pero respetuosa, se acabó. De nada valió haberle regalado a Trump medio milloncito de dólares para su toma de posesión.
El muy mal agradecido (!) ni si quiera se dignó a dar las gracias. Todo lo contrario. Desde hace un tiempo para acá ha enfilado su discurso contra el gobierno de Maduro y contra la violación de DDHH de la cual es víctima el pueblo de Venezuela. Incluso, aun a pesar de que acaba de suspender lo que denominó “el pacto del gobierno anterior (Obama) con Cuba”, ha preferido mantener, e incluso intensificar, la política de sanciones contra funcionarios venezolanos con dinero y propiedades en los Estados Unidos. Sin embargo, Venezuela sigue siendo uno de surtidores de petróleo más importantes para el país norteamericano así que… ¿archienemigos o petrocompinches?