El proyecto político del chavismo se sustenta en un cooperativismo estatal mediante una economía dirigida por el Estado. Presupone: la asunción de la conciencia social colectiva, y la supresión de la libertad individual y de la democracia tal como la conocemos.
Ello implica eliminar la separación de los poderes del Estado, así como los partidos políticos, aplicando un nacionalismo que impone un régimen centralizado en donde la direccionalidad del Estado se ejerce entre el presidente y el poder comunal sin intermediarios.
Para el fascismo el pueblo es el cuerpo del Estado y el Estado es el espíritu del pueblo (Mussolini). Todo en el Estado, nada contra el Estado, nada fuera del Estado. En el caso del chavismo: todo dentro de la Constitución, nada fuera de ella.
Para ello definen quienes son sus enemigos políticos: la MUD, el sector privado de la economía y el imperialismo yanqui, imponiendo un eficaz aparato propagandístico: noticieros televisivos, cadenas por los medios audiovisuales, emisoras propiedad del Estado, radios comunitarias y medios impresos, propaganda subliminar, ojos de Chávez, etc.
Una vez desaparecido Chávez, de la escena política, surge el chavismo sin Chávez, con profundas raíces fascistas, que venía tejiendo redes dentro del PSUV en forma agazapada. Este movimiento, dirigido por una cúpula selecta de la Dirección Nacional PSUV, encabezada por Diosdado Cabello y Nicolás Maduro. Enfrenta y elimina una parte de la cúpula chavista afecta al comandante, entre ellos: Jorge Giordani y el profesor Navarro, abriendo una brecha divisionista en el seno del partido, sobre todo en la juventud (Marea Socialista).
El chavismo sin Chávez como nuevo poder político dentro del PSUV, es más radical en su postura fascista, pero con una gran debilidad, no cuenta con apoyo popular en conjunción con un desmadre económico.
Una ver derrocados el 6D, en las urnas electorales por la inmensa mayoría de pueblo, cansado del desastre gubernamental, el chavismo sin Chávez, se aferra a las Instituciones del Estado, sobre todo, el TSJ y el CNE. Entorpecen abierta e inconstitucionalmente, todas las iniciativas del parlamento, ahora, mayoritariamente opositor. La sala Constitucional del TSJ niega la Ley de amnistía, como proceso necesario para la reconciliación nacional, niega la incorporación de los tres diputados de Amazonas electos por el pueblo, niega la Ley de enmienda constitucional e impone, inconstitucionalmente, el desacato de la AN, subrogándose todos sus poderes constitucionales. El TSJ maneja, a su antojo, en conjunción con el ejecutivo el presupuesto de ingresos y gastos nacional y endeudan al país, como nunca antes, sin entregar cuentas al pueblo.
El CNE pospone las elecciones regionales para después de la constituyente (caramelo de cianuro). El chavismo sin Chávez tiene terror a enfrentar al pueblo en un proceso electoral abierto, perderían en forma aplastante. Modifican las bases comiciales para tener más constituyentes con menos votos. Eliminan las capta huellas para la constituyente y no habrá papeletas de votación, pues utilizarán un sistema táctil directamente sobre las pantallas de las máquinas de votación, con el objeto de no dejar huellas del mega fraude que van acometer, para luego señalar que votaron millones de venezolanos.
El chavismo sin Chávez ha exacerbado la crisis social, terminó de raspar la hoya de la corrupción chavista, la rapiña del robo de divisas se ha multiplicado, el narcotráfico ha llegado a su máxima expresión, la inseguridad social, la delincuencia, la falta de comida, etc. Han llegado a término asfixiante para el pueblo e insostenibles para el régimen.
Dentro de las filas del chavismo hay voces disidentes de alta envergadura: Magistrados, diputados, La fiscal General de la Republica a quien el TSJ le aplica un antejuicio de mérito, inconstitucional, pues el diputado Carreño no tiene cualidad jurídica para solicitarlo. Todo ello por la postura de la Fiscal de respeto a la constitución y al estado de derecho.
Hay más de 100 oficiales de las FAB detenidos por oponerse al régimen y se realizan cambio en la jerarquía militar por los atroces acontecimientos represivos contra el pueblo, ya suman más de 70 jóvenes asesinados y más de 15.000 detenidos arbitrariamente. Líderes políticos de oposición presos con juicios amañados.
El juego político se tranca:
La MUD propone una hoja de ruta: aplicación de los artículos 333 y 350 constitucionales que implican la defensa de la constitución vigente y el desconocimiento del régimen.
Veinte países latinoamericanos en la reunión de la OEA (19/6/17), que representan más de novecientos millones de habitantes cuestionan la solicitud de la constituyente.
El parlamento Europeo señala que maduro viola la constitución Venezolana y los derechos humanos.
Los EEUU amplia la lista de los funcionarios del alto gobierno y militares de alto rango inmersos en narcotráfico.
Estamos en presencia de un estado de hecho y no de derecho, e inmersos en una profunda crisis política, económica y social sin precedente en la historia republicana del país.
El pueblo en la calle repondrá el hilo constitucional.