El gobernante venezolano Nicolás Maduro, con los cambios en la cúpula militar que anunció esta semana, se está preparando para redoblar la represión dentro del país petrolero, en un cambio de piezas de ajedrez que busca garantizarle las bayonetas suficientes para imponer a la fuerza su Asamblea Constituyente, publica El Nuevo Herald.
ANTONIO MARIA DELGADO
[email protected]
Analistas consultados dijeron que el nuevo alto mando militar ahora está conformado por oficiales que están abiertamente comprometidos con la polémicas intenciones del gobernante bolivariano de refundar la República Venezolana a través de una Asamblea Constituyente, en un proceso que aparta a aquellos militares que no le brindaban suficientes garantías de lealtad.
“Este [el nuevo] es un alto mando militar que está comprometido con la constituyente; es un alto mando comprometido con la represión”, advirtió desde Londres Diego-Moya, analista senior de IHS Country Risk.
Y son cambios que podrían conducir a un mayor deterioro de los derechos humanos en Venezuela, comentó desde Washington el ex ministro de Maduro y general retirado Herbert García Plaza.
“Con los nuevos nombramientos, el presidente Maduro con su Vicepresidente [Tareck El Aissami] y el ministro de Relaciones Interiores Néstor Reverol, han conformado una fuerza militar, policial y de persecución más numerosa y fuerte que los otros componentes en total”, advirtió García Plaza, resaltando la colateral decisión de Maduro de incrementar en 20,000 el número de efectivos de Guardia Nacional y de la Policía Nacional Bolivariana.
“Todo esto indica, claramente, que no confían en la lealtad de los otros componentes [de las Fuerzas Armadas] de cara al proceso de la Constituyente que pretenden llevar a cabo el 30 de julio”, agregó.
El Aissami y Reverol tienen investigaciones abiertas por narcotráfico en Estados Unidos.
Maduro, quien enfrenta más de 80 días de manifestaciones de protesta emprendidas en su contra, ratificó en su cargo al general Vladimir Padrino López en una decisión anunciada el martes, pero le removió de la dirección del Comando Estratégico Operacional (CEOFAN), organismo que se encarga de las funciones operacionales de las Fuerzas Armadas.
Con la decisión, Padrino López quedó relegado a funciones administrativas y políticas, mientras que la coordinación de mando, ejercidas a través del CEOFAN, quedó en manos del general Jesús Suárez Chourio.
Siga leyendo en El Nuevo Herald