En virtud de las sistemáticas agresiones físicas y psicológicas de las que han sido víctimas los afiliados del partido Vente Venezuela por parte de organismos de seguridad que arremeten, secuestran y hostigan contra la protesta cívica, queremos manifestar nuestro absoluto rechazo a las nuevas acciones del tirano para intentar amilanar a los venezolanos que luchan pacífica y constitucionalmente en la calle por un mejor país.
A continuación el comunicado:
Los delincuentes están en Miraflores, no en el partido de la libertad. Varios de los afiliados y coordinadores estadales de Vente Venezuela en todo el país han sido secuestrados por el régimen, acusándolos falsamente de delitos que jamás cometeremos, pues nuestra actuación está totalmente enmarcada en la Constitución. Estos son los casos de Zuly Fuentes, Javier Chirinos, Luis Tarbay, Marcos Aponte, Orlando Moreno, Jorge Vegara y Alfredo Alonzo, y en el estado Mérida, Carlos Moreno y Jhossel Medina, ciudadanos ejemplares que han sido víctimas de crueles agresiones de una dictadura que al verse debilitada, arrecia en la represión.
El 19 de junio, Carlos Moreno, coordinador parroquial del partido, fue detenido arbitrariamente saliendo de su vivienda por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, lo trasladaron a la sede del CICPC y ahí lo golpearon, para luego informarle que se encontraba en calidad de testigo por las protestas en la Av. Las Américas, ya se encuentra en libertad. Asimismo, el 23 de junio, Jhossel Medina, coordinador juvenil de Comunicaciones en la entidad, fue secuestrado por presuntos funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), al dirigirse a su casa, luego del “plantón” en la plaza el Llano av 3 de la ciudad de Mérida; estos presuntos funcionarios lo amenazaron, lo golpearon y luego lo dejaron en libertad.
Desde Vente Mérida demandamos la inmediata liberación de todos nuestros compañeros aun presos, ciudadanos dignos caracterizados por su intachable ética y valores democráticos. Esta campaña de hostigamiento que ha emprendido el régimen en contra de nuestra organización política, lejos de quebrantar nuestro espíritu libertario, nos fortalece para seguir avanzando hacia la transición a la democracia.
En más de 90 días de protesta cívica se ha demostrado que existe un pueblo valiente y decidido a conquistar una nación donde los ciudadanos puedan sentirse seguros y se garantice el bienestar y oportunidades para todos. El fin de la tiranía está cerca porque la valentía y la determinación de los ciudadanos se impusieron por encima del miedo en las calles.