China lanzó este domingo con éxito el segundo cohete de su generación de vehículos para cargas pesadas, un Larga Marcha-5 Y2, que se empleará en un futuro próximo para importantes misiones como una sonda que traerá muestras de la Luna o la puesta en órbita de la futura estación espacial. EFE
El cohete, despegó sin problemas poco después de las 19.00 hora local (11.00 GMT) desde el centro espacial de Wenchang (en la isla de Hainan) llevando un satélite de comunicaciones Shijian-18.
Esta nueva familia de vehículos puede portar hasta 25 toneladas de carga a órbitas bajas y 14 toneladas a órbitas geoestacionarias, aproximadamente el doble que los actuales cohetes chinos más capaces.
La Administración Espacial de China ha programado ocho lanzamientos con esta familia de cohetes en los próximos años, incluyendo importantes misiones a la Luna y Marte, así como la puesta en órbita de la estación espacial china.
Está previsto que hacia noviembre de este año se lance la misión lunar Chang’e 5, un complejo proyecto que enviará una sonda a la superficie de la Luna para tomar muestras y retornarlas a la Tierra.
La misión constará de cuatro módulos (ascenso, órbita, alunizaje y retorno), por lo que se requiere un cohete capaz de llevar cargas más pesadas.
Este mismo cohete se empleará para la puesta en órbita del primer módulo de la estación espacial, el “Tianhe 1”, de unas veinte toneladas de peso, y que se espera lanzar en 2019.
Y en 2020 está previsto enviar con este mismo cohete una misión a Marte que incluirá un vehículo robotizado que realice investigaciones científicas.
Las autoridades espaciales chinas tienen previsto concluir la construcción de su estación orbital en 2022.