“Actualmente hay menos de ocho centrales azucareras operando en menos de un 20% y solo dos de ellas están en manos del Estado” precisó Eugenio Escuela, cañicultor quien lamenta que la falta de insumos aniquiló la industria que abastecía el 80% de la demanda nacional, reseña La Verdad de Vargas.
El también economista a quien le fueron expropiadas 742 hectáreas donde mantenía un legado de siembra de caña de azúcar de más de 90 años resaltó que “en ese entonces llegaron arrancando la caña supuestamente porque no era tan importante. Sembraron otras cosas que después se perdieron pues la tierra no estaba arada para eso”.
Seis años luego de que tomaran las tierras el Gobierno pidió que regresara “cuando se dieron cuenta del grave daño que para solventarlo ameritaba de unos tres años. Con la falta de insumos y estado en el que estaba la calidad de la caña se perdió enormemente”.