Un menor de 11 años con problemas de obesidad fue víctima de un cruel castigo perpetrado por su propia madre.
Sherri Richter decidió llevar a su hijo hasta un cementerio ubicado en Michigan, Estados Unidos, donde incendió su carro con el pequeño adentro, según el medio ruso Actualidad RT.
Una vez en el sitio, Richter amarró las manos de su hijo y lo encerró en el vehículo para prenderle fuego.
Primero, Richter incendió el maletero y luego intentó propagar las llamas con gasolina hacia el área de los pasajeros, donde estaba el pequeño.
Al parecer, la intención de la mujer era castigar al niño por tener sobrepeso, pero pese a que las llamas ya le habían provocado serios daños a su hijo, finalmente Richter decidió liberarlo.
La información fue confirmada por fuentes de la comisaría del condado de Monroe al medio ruso.
Luego de rescatar al menor, la mujer caminó con el menor varios metros dentro del cementerio hasta que ambos se encontraron con un funcionario del lugar.
Richter fue arrestada por la Policía y ahora enfrentará los cargos por perpetrar un asalto con intención homicida.
Información de Prensa Libre