El expresidente de Perú Ollanta Humala se declaró hoy perseguido político tras conocer el pedido de prisión preventiva contra él y su esposa, Nadine Heredia, por las donaciones que recibieron durante la campaña electoral de 2011, pero su abogado negó rotundamente que vayan a pedir asilo en otro país.
En declaraciones a periodistas en la puerta de su domicilio junto a su esposa, Humala aseguró que afrontar “una persecución política” desde que terminó su mandato, en 2016, y que lo hace en Perú, “frente a otros que no están acá y sus procesos de investigación se pasan por agua tibia”.
El expresidente manifestó su tranquilidad porque considera que el planteamiento del fiscal “es un absurdo” y recordó que los aportes que reciben los partidos políticos de empresas privadas para financiar sus campañas electorales son legales porque la norma no los prohíbe.
EFE