La exitosa serie de zombis “The Walking Dead” emocionó a miles de fanáticos con una previa de lo que se viene en la guerra entre Rick y su gente, y los malvados Saviors en una muy esperada octava temporada, reseñó AFP.
El canal estadounidense AMC mostró un tráiler de cinco minutos en la conferencia Comic-con de San Diego, que abrió con el despiadado Negan (Jeffrey Dean Morgan) pavoneándose, antes de cortar al resto de los personajes principales, alistando sus armas y arengando a sus ejércitos para el gran combate.
Aparecen el usual banquete de explosiones, pistolas, peleas y zombis con hachas en la cabeza y un excitante cameo del tigre del rey Ezekiel, generado por computadora.
Causa intriga que este avance terminó con una versión más vieja y canosa de Rick despertando en una cama de hospital con un bastón a su lado, insinuando un gran salto en la narrativa, o quizás solo la dramática secuencia de un sueño.
“Con todo lo que hemos superado, todo lo que hemos soportado, todo de lo que hemos resucitado y en lo que nos hemos convertido, sin importar lo que pasa, hemos ganado… ¡Ya hemos ganado!”, dice Rick (Andrew Lincoln) en un discurso a la tropa en el tráiler.
También hay palabras de Maggie (Lauren Cohan) y Ezekiel (Khary Payton) pronosticando un futuro mejor para los sobrevivientes del apocalipsis.
Robert Kirkman, el hombre detrás de las historietas que inspiraron la serie, dijo que tan solo en la promoción contó seis explosiones.
“Tenemos todo tipo de cosas estupendas planificadas. Nuestra próxima temporada será bien cargada de acción y muy veloz”, dijo a un desbordado salón para 6.500 personas en el centro de convenciones de San Diego.
Kirkman y los productores ejecutivos estuvieron acompañados por varios miembros del elenco, incluidos Melissa McBride (Carol), Lennie James (Morgan), Chandler Riggs (Carl), Danai Gurira (Michonne), Morgan, Cohan y Payton.
“Todas las noches son de karaoke para Negan, él se está divirtiendo de su malvado personaje”, dijo.
Antes de montarse este panel, el productor ejecutivo Scott M. Gimple rindió homenaje al doble John Bernecker, que murió después de caer de una altura de más de siete metros hace poco más de una semana, con un momento de silencio.