Los distintas llamados de atención y manifestaciones de protestas donde se ha solicitado la derogatoria de la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, por parte de la mayoría de los ciudadanos, no es escuchada por parte del Gobierno. El cual luce sordo y no parece inmutarse ante los reclamos realizados por la mayoría de la base popular nacional.
Nota de Prensa
Lo cual nos indica que se pretende llevar a cabo la misma el próximo 30 de Julio al son de un tango bolchevique de la época de la cortina de hierro denominado el “COMO SEA”, sin que se escuche el clamor popular y a conveniencia de quienes ejercen el poder en el país, con lo cual se busca imponer a través de esta Constituyente, decisiones como la de dictar prisión a quien se oponga a sus disposiciones o ejerza posiciones antagónicas al plan político ideológico que se apruebe, prohibir las actividades de protestas, eliminar los poderes públicos que no le son afectos y cualquier medida que les facilite el ejercicio pleno de Gobierno sin ninguna limitación. Tal como lo han anunciado y los hemos escuchado de los más destacados voceros oficiales.
Lo triste es que el plebiscito realizado el pasado domingo 16 con la participación de cerca de unos 8 millones de venezolanos (la más alta en nuestra historia electoral) y el paro cívico realizado el jueves 20 donde casi todo el país se sumo al mismo. No hayan sido tomados en cuenta y por el contrario con sorpresa y molestia observamos como los voceros oficiales pretendieron descalificarlos, minimizarlos o confrontarlos con el uso de civiles paramilitares y fuerza pública. Logrando con ello aumentar aún más el número de muertos, heridos o presos que a lo largo y ancho del país hemos tenido en estos casi 4 meses de jornadas de protestas y confrontaciones.
Estas circunstancias nos indican que no existe la voluntad política gubernamental para escuchar, entender y aceptar los reclamos de la evidente gran mayoría de los ciudadanos que manifiestan su rechazo a la posición oficial.
Así lo indican las más reconocidas encuestadoras, donde se demuestran los bajos niveles de popularidad oficial y el alto rechazo de más del 80% de la población a la gestión pública y a la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente.
La decisión oficial es la de sostener su plan con el uso de todo el poder y fuerza que disponen, para así lograr imponer su voluntad sobre la mayoría de los ciudadanos que lo rechazan.
Lo cual es una muy grave equivocación, el pretender silenciar los reclamos y pedimentos que estamos realizando la mayoría nacional. Consideramos que es un irrespeto al gentilicio y a la bravura de los venezolanos.