Lapatilla
RESUMEN: Tal vez sea una lástima que el único candidato que propone algo serio tenga tan poca credibilidad a ese respecto…
Los meses de julio se tornan fastidiosos cuando el calor es excesivo, las lluvias caen sin avisar, pero por encima de estas consideraciones climáticas al inmenso aburrimiento colabora mucho el que para estas fechas las clases no han terminado y en las calles hacen falta los muchachones del milenio, remedando bandadas de loritos cuando alegran el entorno con sus bromas, gritos y canciones.
Sin embargo se puede decir que este julio, entre amenazas de bloqueos económicos –como si la hiperinflación no tuviese bloqueada a la población en general-, barricadas, guarimbas y paros obligatorios, pero, ojo, en defensa de la libertad, la gente común, hastiada de tanto drama sin final, manida frase que a la perfección caracteriza lo que se lee en los medios y las redes… encontramos diversión donde se menos se podría pensar: Digamos en algo tan mustio y seco como una Constituyente.
En realidad no me refiero con esto de la guachafita a los eventos que el gobierno organiza con los menguados recursos del presupuesto, para reunir al presidente Maduro y sus candidatos con gente que recibe “chambas”, “ayudas” y en el peor de las eventualidades, porque la demagogia no alcanza para tanto pedigüeño, hasta “outsiders” y mirones devoran pizzas y pollos gratis.
Nada que ver. Me refiero a otra cosa: Sucede que para mí, pasando por alto que una ANC debe ser cosa sería… resultan sin embargo harto chistosos los candidatos que en cadena nacional el gobierno “promueve” –ojo, esos no están en las chuletas rojas- poniéndoles a decir ante las cámaras boberías espectaculares: Por ejemplo, una mañana escuché cierto viejito pidiendo que voten por él, adelantando un número, no vaya a ser que el elector se olvide, prometiendo ir a la ANC para que “nos paguen a los jubilados el cesta ticket”, obsequio que la A. N. presidida por Ramos Allup convirtió en ley el año pasado para que de inmediato el Ejecutivo lo rechazara airadamente, aduciendo “no tener fondos el presupuesto” –anoten que eso sucedió ante el silencio de la Fiscal General que es capaz de batir el record de Ismael García en cuanto a la altura de las talanqueras sobre pasadas-.
Entre tanto bobo también salen en las cadenas candidatos que aspiran ser electos a la Constituyente “para que el ciudadano respete los semáforos”. Otro pide un porcentaje mínimo de minusválidos en cada empresa y un tercero, candidato por el “Sector de Empleados Bancarios, afirma sin parpadear que “la inflación la causan los empresarios “que le aumentan los sueldos a sus empleados con los cual suben los precios” –SIC- y así vamos.
Hay sin embargo un candidato que de tanto aparecer en la televisión resulta conocido y no me refiero a los muy gastados políticos del chavismo que se hicieron viejos calentando sillones de enchufados o a don Mario Silva que se candidatea como “buhonero”: Me refiero a Oscar Schemel… “el otro” encuestador estrella.
Del jefe de Hinterlaces de tanto ayudar –coachar se dice ahora- a los políticos y empresarios se puede decir que conoce el oficio. Sabe cómo dirigir la mirada a la cámara, bajar la voz cual amante susurrando si es preciso, subirla cuando conviene y soltar su mensaje porque es candidato constituyente del sector empresarial. El hombre sabe y respeta aquello de “introducción, desarrollo y síntesis”.
¡Quizás sea el único candidato que ofrece algo serio!
Oscar resume su propuesta de candidato a recordar la falta que hace “el mercado” en la Constitución de 1999 que tanto adoran los diputados de la bancada opositora. Allí la vaina comienza a hacerse cómica, risible o simplemente patética.
¿Cómo así don Oscar? ¿Después de 18 años se da cuenta de ese detalle?
¿Mercado, Schemel, para un gobierno que le hace loas a la gesta de Corea del Norte, Cuba y Bielorrusia?
Joder don Oscar: Está bien y es natural que el candidato se aproveche del conocimiento que le permite presumir cómo piensa su electorado de empresarios enchufados… no en balde el candidato se gana la buena vida haciendo encuestas, bien pagadas, todas las semanas… pero.
A mi entender estaría mejor la propuesta si Schemel hubiese exigido la necesidad digamos de sacar de calles, avenidas, autopistas y veredas… a todos los policías, guardias nacionales y bichos de uña que parapetados tras chapa, arma y alcabala encarecen los productos y obstaculizan el libre mercado a los productores, obligando camioneros a bajarse de la mula en cada parada. ¡Carajo: Si hubiese prometido eso y a riesgo de que no cumpla el candidato estaría dispuesto a buscarle votos casa a casa!
Pero no: Hay otras consideraciones como que don Oscar es un hombre que ha prosperado bajo gobiernos que no creen en el mercado y solo por eso cabe exigirle un mea culpa al candidato.
¡Disculpas públicas don Oscar! porque hasta que usted no aclare ¿cómo piensa impulsar el mercado en la nueva Constitución?… este escribano lo tendrá en cuarentena… como a los animalitos que ingresan al Reino unido y a Ramos Allup con toda su agenda… documento donde tampoco aparece la palabra “mercado” por ninguna parte.
¿Será que creen que uno es pendejo?