El grupo de forajidos que nos gobierna, no conforme con llevar a la ruina al país, que fue ejemplo de fortaleza y cuna de luchadores libertarios, pretende fraudulentar un organismo, donde decidirán el astazo final a la democracia. Venezuela con un procerato civil brillante, verá usurparlas que fueron sillas de discusión de futuro, de estrategias, de enfrentamientos de ideas, de errores, pero sobre todo de búsquedas democráticas, a un grupo que representa lo más nefasto de nuestra historia. Personajes de una fauna, que se han paseado en todas las instituciones del Estado, y donde prevalecen criminales, maleantes, malandrines, carteristas, cleptómanos, pranes, timadores, narcos, cuatreros y toda esa conjunción de bestias, que es la esencia del gobierno y que denominan colectivos, que son grupos de rasputínes armados por el mangante mayor que convirtió a Miraflores en una porqueriza.
Este grupo maloliente acabó con todo, ahora van por la Constitución, que el traidor mayor, desde las pailas del infierno la verá freír, para beneplácito de ese grupo de salteadores, desprovistos de cualquier enseñanza, que no sea del odio y las ganas insaciables de matar, como lo han hecho con más de 100 venezolanos en apenas 3 meses, sin contar la larga cadena de tragedias que instauró este caso, este bribón, arropado en la nomenclatura cubana y de unas cenizas que todavía mancillan algunos países del mundo.
Esta banda cuyo vínculo es la perversidad, se han llevado la riqueza minera a través de mafias de origen búlgaro, chino, ruso, y todos los desechables del mundo, que han llegado a la tierra prometida.
Los mares y costas del país están al mando del narcotráfico mundial, dirigido por los narcosoles, como se refieren al grupito que se hizo de las fuerzas armadas para delinquir. Unidos a ellos la mafia cubana que se llevaron hasta el merthiolate de los centros de salud.
El país de la falsa constituyente de Maduro, contrajo su economía en un 40 por ciento en los últimos meses, con un 1000 por ciento de inflación, sin comida para la población, donde el 49 por ciento come menos de tres veces al día.
Miles de venezolanos han tenido que abandonar el país- Se calcula que 3 millones-, entre ellos, más de 20 mil médicos, 30% de emprendedores, 65%de empleados de empresas institucionales, de los cuáles el 90% tienen grado universitario. En los últimos 10 años bajo el mandato de estos falsos “ constituyentistas”, han cerrado más de 8000 industrias, mientras las cinco mil que quedan laboran al 35 por ciento y tienen que pagar vacunas o son víctimas de los paramilitares del gobierno, que han saqueado más de 711 comercios en los últimos meses.
El país de la falsa constituyente de Maduro, donde los pocos alimentos se manejan a través de sus propias mafias, dirigidas por un malandro tipo Maduro, llamado Freddy Bernal, narcotraficante desde que vendía al detalle en los barrios caraqueños, hasta hoy que controla todo el negocio en al área metropolitana. La producción diaria de petróleo cayó en un 45 por ciento y sigue palo abajo. Además, no hay electricidad suficiente, cientos de niños mueren por malnutrición, no hay vacunas para el polio, tuberculosis, sarampión ni rubiola.
Además de la de Miraflores, el Tribunal Supremo y el CNE, en el país existen 51 bandas criminales y desde el mismo palacio de gobierno y los ministerios se controla todo el crimen organizado.
Caracas es la ciudad más violenta del mundo y estos delincuentes llevan en sus carteras más de 300 mil homicidios. Se confiscan propiedades, se amenaza a los empresarios, no hay materia prima y se apoderan de las divisas con un control de cambio que enriquece a la cúpula de 200 personas, entre los que destacan unos cien Noriega, que se roban lo que les pase por delante.
El país de la falsa constituyente de Maduro, perdió hasta sus reservas que ahora sufren un déficit, porque estos “constituyentistas” las guardan en sus bolsillos. Una deuda de más 900 mil millones de dólares, donde 6 de cada 10 habitantes viven en la informalidad, con una escasez galopante, paupérrimo acceso a internet y con un grupo de asesinos equipados por el estado sembrando el crimen y el terror en toda Venezuela.
Se elegirán a dedo, más de 500 delincuentes, que terminaran con todo, si desmayamos en la heroica lucha, que debe concluir solo al liberar al país de esta maloliente mafia, cuyo jefe solo aprendió en la vida a matar porque se siente apoyado, pero ya lo veremos corriendo y se podrá comprobar lo cobarde que es. Un vagabundo sin escrúpulos.