Los diputados brasileños terminaron los debates y se aprestaban a votar el miércoles si el presidente Michel Temer debe ser sometido a un juicio político por acusaciones de corrupción, en un proceso del que aparentemente saldrá airoso al contar con el suficiente apoyo de los legisladores, reseñó Reuters.
Después de tres horas y media de sesión se aprobó una petición de los aliados del gobierno para cerrar la fase de discusiones y dar paso a la votación.
En junio, Temer fue acusado por el fiscal nacional Rodrigo Janot de haber recibido 38 millones de reales (12,16 millones de dólares) en sobornos de la empresa JBS SA, la mayor procesadora mundial de carne.
Temer espera dejar atrás un escándalo que paralizó a su Gobierno para poder centrarse en aprobar las leyes necesarias para terminar con una crisis presupuestaria y ayudar a sacar de la mayor economía de América Latina de su peor recesión.
La votación en la Cámara de Diputados evaluará la cantidad de capital político que Temer aún tiene para bloquear los cargos adicionales que los fiscales federales están preparando para presentar en su contra.
El diputado Paulo Abi-Ackel, del aliado Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y quien debe recomendar si se da luz verde o no al proceso, dijo que la acusación contra Temer carece de pruebas. “¿Este es el mejor momento para remover al presidente?”, se preguntó, atribuyendo a Temer las primeras señales de la recuperación económica de Brasil.
Sus opositores necesitan dos tercios de los votos en la cámara -342 de 513- para que se apruebe la acusación de que Temer aceptó sobornos y enviar el caso al Supremo Tribunal Federal, donde podría ser juzgado.
Temer ha buscado apoyo en los últimos días para evitar convertirse en el segundo presidente brasileño removido en un año, en medio de una crisis cada vez más profunda ligada a unas investigaciones sobre corrupción. Temer necesita sólo 172 votos para bloquear la acusación de corrupción