Hace varios meses he repetido en diferentes escenarios que el Gobierno maniobra para distraernos, intriga para dividirnos y amenaza para asustarnos.
La Unidad Democrática Venezolana está conformada por una amplia y rica diversidad, cuyas diferencias deben discutirse de cara al sol, sin escándalos y sin componendas del G4 para luego imponerlas. La oposición en Venezuela son los partidos, fuerzas motrices, sociedad civil, sindicatos, gremios, estudiantes, resistencia, iglesias y otros sectores.
Las jugadas del Cogollo Rojo deben ser combatidas con el debate, la reflexión y el cerebro conectado al corazón. A partir del anuncio de las elecciones regionales y el fraude del 30J denunciado por el rector Luis Emilio Rondón, diversos sectores políticos y el propio Smartmatic, está desatada una guerra de acusaciones abiertas y encubiertas que afectan el propósito de cambio.
Es necesario hacer un análisis de todos los elementos para tomar la decisión correcta y no caer en lamentaciones. El fraude de eso que llaman la “Constituyente” y la votación del 30J fue una votación entre oficialistas, un yo con yo, sin medios de comunicación, ausentismo, sin testigos y un CNE dispuesto a cualquier acción inescrupulosa para justificar lo injustificable. Se hicieron trampa entre oficialistas y Tibisay las avaló.
Algunos dicen: con ese CNE no debemos ir a elecciones regionales. Ese proceso está retrasado, debe hacerse sin abandonar la calle y sin olvidar la importancia de preparar la transición contemplada en la Constitución para enfrentar la emergencia y la crisis humanitaria que hoy padecemos todos los venezolanos.
Con ese CNE tramposo ganamos las parlamentarias del 2015, apoyados por el pueblo, la maquinaria de la unidad, testigos y miembros que conformaron una sinergia victoriosa. Tengo la convicción de que si no inscribimos candidatos le regalamos al oficialismo 23 gobernadores, repitiendo el error del 2005 en las parlamentarias y si inscribimos candidatos, este parapeto espurio y fraudulento que llaman ANC ordenará suspenderlas de nuevo con cualquier subterfugio, que solo esconde el miedo a contarse.
El PSUV no solo está pagando el costo político de un fraude constitucional y electoral, esa votación les permitió verse en el espejo de cuerpo entero. En los últimos procesos electorales: Chavez-Capriles sacaron 8 millones de votos, Maduro-Capriles sacaron 7 millones, parlamentarias sacaron 5 millones, por lo cual Tibisay se pasó de cínica subestimando la inteligencia de esta nación anunciando el 30J más de lo que saco Chávez; Sra es hora de que se vaya, su presencia es un atentado contra toda la Venezuela decente. El señor Padrino Lopez le hace un grave daño a las FANB y sus reservas morales convalidando esta estafa de oficialistas contra oficialistas.
Participar en las regionales es un problema político, a los demócratas nos corresponde discutir y decidir.
@Joseluispirelar
Diputado a la AN por San Francisco-Zulia