En un sistema democrático, la relación entre la política y la ética es un asunto muy peligroso. La democracia como sistema de gobierno introduce un elemento moral en la sociedad que aunque permite la tolerancia y la igualdad entre los distintos pensamientos y opiniones, es difícil de sostener políticamente hablando, aquí la ambición de poder distorsiona los conceptos éticos y morales convirtiendo todo en una sencilla justificación y manipulación simplemente por hacerse de un cargo. ¿Qué es lo moralmente aceptable y lo políticamente conveniente? He ahí el dilema, uno de muy compleja resolución cuya única salida parte de una argumentación solida y lógica que destruya elementos politiqueros ante aquellas propuestas que manipulan y nos ponen a correr el riesgo de cercenar nuestros espacios de libertad.
En mayo de 2017, el CNE venezolano plantea elecciones regionales para el 10 de diciembre de este año, elecciones estas que se habían postergado porque realmente correspondían para diciembre de 2016. Se trata de una elección perfectamente viable, según Tibisay Lucena, viable para ella, eso sí, después de que se redacte una nueva Constitución, aunque en el nuevo texto se pueda incluso eliminar esta figura política si así lo deciden los constituyentes, esa es la razón por la que la Constituyente se fija para finales de julio. En este contexto, para esa fecha se aprueban los cronogramas electorales y los comicios para elegir los miembros de la ANC, todo junto, anuncio este que se realiza en virtud de haber culminado el proceso de validación de los partidos políticos en cumplimiento de la sentencia de sala constitucional del TSJ y la intención clara de superar, cuanto antes, la situación de violencia en las calles. En ese momento el máximo organismo comicial explicó ante la solicitud que se hiciera de salir a un proceso de elecciones generales con el argumento que eso no está contemplado en nuestra Constitución ya que el mandato presidencial en Venezuela es de 6 años, por lo que Maduro debe culminar en el 2018.
El Gobierno por su parte, plantea reformar la República, mediante la instalación de una ANC que se eligió el pasado 30 de julio, a los efectos de reformar la Constitución, la estructura del Estado y a cambiar completamente las reglas de juego en el país, llevándonos a la instauración del Estado Comunal, o lo que es lo mismo el Comunismo del siglo XXI del cual ya hablamos anteriormente, hablando claro, esa es la propuesta Constituyente ni más ni menos.
A todas luces el Madurismo, entonces plantea estos comicios regionales como una manera de barnizar su política ante la comunidad internacional, pues envía el mensaje de convocar elecciones democráticas, y además se legitima porque todos van a votar, gobierno y oposición. Conveniente a lo sumo en virtud de dos razones fundamentales, la primera que el cronograma electoral mantendrá distraída a la oposición todo el resto del año y la segunda la urgencia de lavarse la cara ante el desprestigio del máximo organismo comicial después de la declaración pública brutal de la empresa Smarmatic con relación al fraude electoral constituyente.
Los argumentos para ir a votar en las regionales son de carácter meramente políticos, recomiendan los que tiene esta posición pensar con cabeza fría, este razonamiento se resume en los siguientes términos. En primer lugar que el CNE de hoy es el mismo que en el 2015 que nos declaró ganadores en la elección de la Asamblea Nacional, ganamos porque teníamos el control, según muchos, auditorias, testigos etc, en resumen porque participamos.
En segundo lugar el 30 de julio al no participar la oposición en la constituyente, hubo 0 auditorías, no hubo testigos, no hubo copia de actas de totalización entre otros, ello facilitó el fraude, es decir al ser ellos contra ellos, hicieron lo que quisieron con el proceso. En tercer lugar porque se trata de una elección que pidió la oposición y que está retrasada, porque somos mayoría, de modo que si participamos y tenemos actas, testigos auditorias y observadores evitamos el fraude, ya que que es importante conquistar más de 20 estados del país para conformar y afianzar la fuerza para rescatar la democracia, ya que resulta absurdo entregar el derecho al voto dado que es nuestro deber ineludible recuperar la confianza en las instituciones porque es difícil de creer ya en una salida militar o en intervenciones extranjeras, y la realidad es que no queremos más jóvenes asesinados en nuestra Venezuela.
En cuarto lugar que aunque el CNE este secuestrado la voluntad de expresarse saldrá a la luz, como en 2015. En quinto lugar que la participación es un mecanismo de lucha civil para restituir el hilo constitucional y que hay experiencias de regímenes dictatoriales que han salido con votos. Y en sexto lugar no ganamos nada no participando porque votar no es entregarse, ni ceder, ni avalar absolutamente nada porque se trata de luchar con nuestra mejor arma, cuando somos mayoría aplastante.
Los argumentos en contra de este proceso de regionales van en el orden ético y moral y se plantean en los siguientes términos. Después del golpe fraudulento del domingo 30, y haber realizado el proceso constituyente, resulta dantesco hablar de elecciones regionales el lunes, después de todo lo que hemos pasado y el costo que hemos pagado para llegar hasta aquí, mas de 130 muertes, 2000 y tantos heridos y 3000 detenidos y torturados, además de presos políticos etc, cómo carrizo entonces vamos a hablar de regionales cuando acabamos de denunciar internacionalmente al máximo organismo comicial por haber cometido el fraude más grande de la historia en nuestras narices, eso en un país serio, traería consecuencias penales para los delincuentes electorales, aquí lamentablemente como no contamos con un estado de derecho, no ocurre así.
La pregunta crucial es como ir a un proceso electoral regional con la espada de Damocles en nuestro cuello, que significa la Constituyente, conscientes como estamos que seguramente quedarían sin efecto, porque en el fondo del asunto, estas elecciones regionales no son mas una trampa caza-bobos porque luego de la instalación de la ANC, esta se dedicará a reformar la Constitución para eliminar las gobernaciones, tal y como fue cantado ya incluso por Tibisay en mayo.
Por otro lado, después del 2015 ha habido modificaciones, importantes iniciativas electoreras impuestas por el CNE, un ejemplo es el carnet de la patria, estrategia que produce votos como arroz, un voto y sumas 3, eso por decir lo menos, porque además en el organismo comicial están prestos a vulnerarlo todo a lo largo de todo el proceso, ¿qué garantía tendríamos de su transparencia, los testigos? las actas? Observadores que en muchos casos tienen prohibida la entrada al país o tienen que pagar altas sumas de dinero por concepto de impuesto para poder entrar?
Sin lugar a dudas la estrategia del régimen está muy bien planteada de acuerdo a sus intereses, y siempre se manejó desde estas terribles instancias, las del miedo, las de la incertidumbre, las de la maldad, esas son sus armas, la manipulación. Lo de las regionales no es nuevo, estuvo previsto desde mayo cuando se anuncian ambos comicios, lo rudo es aceptar eso después de todo lo que ha pasado de mayo a esta parte. La verdad es que estos comicios regionales y locales, plantean una “oferta engañosa”, de manera que no es más que una concha de mango para dividir a la oposición, manipulando los egos de los lideres, situación que esta que no debe estar por encima del sentir del pueblo y su sufrimiento diario, además se manejan infundiendo miedo, ese que sienten los lideres de perder los consabidos espacios ganados por la oposición.
Ir a un proceso electoral regional en estas condiciones, desde el punto de vista ético y moral a todas luces es de una maldad crasa y supina, inaceptable desde todo punto de vista, en virtud además de la terrible represión de que hemos sido objeto, el odio, la retaliación y la tortura. La disyuntiva en la que nos coloca el régimen es, si la oposición no se inscribe que pasará? La respuesta para muchos es el gobierno arrasará con las gobernaciones y la oposición perderá espacios conquistados. Si postulamos y presionamos para que cambien los rectores del CNE? Eso en realidad es poco probable porque fueron ratificados el ano pasado por el TSJ, es difícil. La pregunta que debemos hacernos es que pasa realmente si perdemos o si ganamos esas regionales, ¿eso cambiaria realmente la situación de hambre y desolación que vivimos en el país? Mejorará la economía? Habrá progreso? O habremos perdido meses distraídos en un proceso electoral que no garantiza nada?
En realidad si todos sabemos que el gobierno está caído que se quedó sin dinero y que estamos endeudados hasta las metras, que no tienen legitimidad y tuvieron que inventarse los votos quedando al descubierto por la propia auditoria de Smarmatic, entonces si los organismos internacionales nos apoyan, y lo hemos visto porque han llamado dictador a Nicolás quien no tiene credibilidad alguna, si prácticamente todos los funcionarios del estado están incursos en delitos y aparecen en una lista de sancionados por el gobierno de USA, algunos con orden de captura, entonces ¿cuál es el miedo a dejar que se hundan?, que terminen de agarrarse el país de una vez por todas para así generar un caos y demostrar internacionalmente de manera contundente que nadie fue a votar y una vez más certificar la trampa.
La ANC juramentada hoy y presidida por Delsy Eloina suma más incertidumbre al panorama político venezolano, significa un borrón y cuenta nueva, el cambio que viene, esa transformación tan profunda esta signada por lo turbio y lo oscuro de las intensiones de quienes la integran a eso pónganle la firma.
Entonces en el camino hacia el comunismo del S XXI como ya lo planteamos anteriormente, si pretendemos seguir luchando, no nos está permitido equivocarnos, en mi opinión ir a una elección rodeados como estamos de un fraude electoral de dimensiones apoteósicas, sin confiar en el órgano comicial, es rudo, significa asumir además un riesgo insólito y lo peor hacer el ridículo, uno en el que si no nos van a acompañar los organismos internacionales, porque denunciamos y participamos, en una incoherencia atroz, que solo deja ver las costuras y apetencias personales.
Concluyendo, cuestión de ética o de política, la verdad es que una sola y profunda preocupación la que debe embargarnos a los ciudadanos, Venezuela. La realidad es que este pueblo se encuentra sumido en una inflación atroz e implacable, el dólar por las nubes en un país donde todo es importado, y mientras recrudece el conflicto, sube de un minuto a otro vertiginosamente, escasez de insumos médicos y alimentos, lo que se avecina sin lugar a dudas es patético. De esta manera, mientras unos están preocupados por postularse a elecciones regionales, otros intentan buscar como subsistir comiendo de la basura, cuando dentro de poco ni basura habrá donde urgar para saciar el hambre, así es como poco a poco moriremos de mengua indefectiblemente, a menos que los ciudadanos de manera urgente exijamos de manera contundente a nuestra dirigencia opositora que actúen con valentía y sin más distracciones electoreras ni dilaciones de ningún tipo, enfoquen su esfuerzo en salir de este régimen oprobioso, que nos ha conducido a vivir en una situación de absoluta miseria.
La verdad en mi criterio, no hay ni existe otra opción, porque por más radical que parezca, se hace urgente ponerse los ojos en la cara y entender que aquí el problema del país no se resuelve con votos, se trata de salir adelante todos juntos, unidos, intentando no caer en la trampa de la agenda del miedo y la maldad.
@mauxi1