Las autoridades belgas y holandesas procedían este jueves a realizar varios allanamientos en el marco de la investigación por los huevos contaminados con fipronil y distribuidos en varios países de Europa, indicaron fiscalías de ambos Estados, reseña AFP.
“En el marco del caso del fipronil, se están llevando a cabo varios registros” en Bélgica, indicó en un comunicado la fiscalía de Amberes (norte), que hasta la fecha había declinado informar sobre la investigación.
“En cuanto la investigación lo permita, se enviará un comunicado a la prensa, probablemente […] por la tarde”, agregó.
“Hay varios allanamientos en Holanda, en coordinación con los belgas”, indicó por su parte Marieke van der Molen, portavoz de la fiscalía holandesa, sin dar más detalles.
El escándalo alimentario, en el que están implicadas dos compañías, la holandesa ChickFriend, especializada en la desinfección de granjas avícolas, y su proveedor belga Poultry-Vision, es objeto de investigaciones penales en Bélgica y en Holanda.
Los registros de este jueves tuvieron lugar después de que el ministro de Agricultura belga, Denis Ducarme, acusara el miércoles a Holanda de tratar con descuido las informaciones sobre la presencia de fipronil en los huevos, un insecticida corriente que en dosis altas puede provocar vómitos y problemas neurológicos, en las granjas del país, uno de los mayores exportadores de huevos en el mundo.
Ducarme aseguró que las autoridades holandesas recibieron un aviso sobre el uso de fipronil en las granjas en noviembre de 2016, una información negada por La Haya.
Según el diario Het Laatste Nieuws, los registros se llevaron a cabo en ocho direcciones en la región de Flandes, en el norte de Bélgica, en su mayoría empresas especializadas en la desinfección de explotaciones agrícolas.
La crisis, originada en Bélgica, Holanda y también en algunas granjas de Alemania, tuvo repercusiones en otros cinco países europeos que importaron esos huevos: Francia, Suiza, Suecia, Reino Unido y Luxemburgo, y provocó la retirada preventiva de millones de huevos de los supermercados.
El fipronil está presente en los productos veterinarios utilizados para los animales de compañía contra las pulgas, las garrapatas y los ácaros. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo considera como “moderadamente tóxico” para el hombre en grandes cantidades.
La Unión Europea (UE) prohibió su uso en animales destinados al consumo.