“Fue un agarrón evidente” de trasero, “y muy largo”. La superestrella Taylor Swift fue categórica este jueves en el cuarto día del juicio que la enfrenta a un DJ, David Mueller, a quien acusa de haberla agredido sexualmente, reseñó AFP.
La cantante se negó a dar una estimación del tiempo que duró el gesto, pero dijo: “Se mantuvo pegado a la piel desnuda de mi nalga mientras me alejaba de él. (Su mano) no me dejaba ir”, detalló al jurado.
La artista de 27 años fue llamada al estrado por el abogado que representa a David Mueller, un exconductor de radio al que ella acusa de haberle agarrado el trasero por debajo de la falda durante una breve sesión de fotos antes de un concierto en Denver (oeste de Estados Unidos) el 2 de junio de 2013.
“Fue muy chocante. Nunca me había pasado nada parecido antes”, añadió.
David Mueller, que dio su versión de los hechos a principios de esta semana, niega las acusaciones.
El DJ acudió al encuentro del icono rubio por invitación del director de la radio en la que trabajaba, Eddie Haskell. Durante el juicio admitió haber tocado a Taylor Swift mientras posaba con ella junto a su novia Shannon Melcher, pero negó haberle agarrado el trasero.
“Yo pensé que eran sus costillas”, dijo el martes Mueller, que agregó que no sabía exactamente dónde había colocado su mano porque estaba mirando al fotógrafo.
Poco después de haber dejado el stand de fotos de Pepsi Center, donde Swift se aprestaba a dar un concierto, los hombres de seguridad de la cantante lo obligaron a salir de la sala.
De acuerdo con Mueller, entonces de 51 años, fue su jefe Haskell quien habría tocado las nalgas de la cantante, e incluso Haskell habría presumido de ello.
Un dólar
La cantante, en camisa de manga corta, barrió esas dudas el jueves: “No tocó mi mano, no tocó mi brazo, no tocó mis costillas: tocó mi trasero desnudo”.
“No voy a permitirle a usted ni a su cliente decir que soy la culpable”, dijo Swift al abogado del conductor radial, negándose a contradecir la declaración que dio sobre los hechos el año pasado.
La exadolescente prodigio de la música country, conocida por sus canciones sobre la seducción o las rupturas amorosas, fue interrogada durante aproximadamente una hora.
A pedido del juez, tienen que estar presentes durante todo el juicio en este tribunal federal en la capital de Colorado tanto ella como Mueller.
Fue él quien interpuso primero una demanda contra Swift en septiembre de 2015, acusándola de haber provocado su despido luego de que el manager de la cantante llamara a sus jefes al día siguiente del incidente.
Mueller fue despedido y le reclama a Swift 3 millones de dólares en pérdidas y daños.
Taylor Swift contraatacó en octubre de 2015. La artista, que a menudo hace públicas sus posiciones feministas, solo exige un dólar simbólico y un veredicto reconociendo la responsabilidad del DJ.
Incluso se comprometió a donar eventuales indemnizaciones a organizaciones de defensa de las mujeres.
La principal prueba a su favor es una foto de la famosa sesión aquel día, que muestra a la compositora de “Shake it off” o “Blank Space”, posando entre Mueller y su novia, con la mano del DJ situada por detrás de ella.
“Alguien podría haber concluido que parece que ella trata de liberarse de mí”, admitió ante el jurado Mueller el miércoles.
La estrella pop, que tenía entonces 23 años, no hizo ninguna denuncia en aquel momento ante la policía. Su madre, Andrea Swift, explicó el miércoles en el juicio que sus managers habían optado por mantener la discreción sobre el tema.