El pasado martes, un hombre portando un arma de fuego entró al terminal nacional del aeropuerto Simón Bolívar y asesinó a un comerciante y abogado a sangre fría. Le disparó en la cabeza y para asegurarse que no quedara con vida realizó al menos otros 4 disparos al cuerpo de la víctima , que quedó tendido en el suelo ante la mirada de propios y extraños. Así lo reseña elvarguense.com
Fuentes que investigan el caso apunta a que este crimen tiene elementos inusuales y que presumen una venganza de alta factura.
Según explica uno de los investigadores al equipo de El Varguense “la forma en cómo asesinaron a Kevin José Valbuena Alvarado apunta a un ajuste de cuenta. El hombre venía del exterior y lo asesinaron en un aeropuerto mientras hacía una escala, quien lo asesinó escogió un lugar y una forma de alto riesgo para llevar a cabo el sicariato”.
Detalla la fuente que “todos los indicios apuntan a que Valbuena Alvarado fue asesinado por alguien que estudió la zona, que conocía el movimiento de la terminal, quien se familiarizó con las vías de escape y que planeó al detalle la operación, con la sangre fría que caracteriza a los asesinos a sueldo”.
El detective analiza “la víctima hacía vida en el estado Zulia, donde tenía sus negocios y su residencia, razón por la que asesinarlo aquí implica que el sicario se trasladara hasta aquí, conseguir un arma en la región capital o en Vargas, conseguir el vehículo de huida que fue una moto KLR, todos esos detalles logísticos se necesitaron para acabar con su vida”.
Se cree que “la persona que lo asesinó prefirió hacerlo aquí porque en su ciudad natal el occiso tenía mayor nivel de resguardo y sus niveles de alerta estarían más elevados, el jamás imaginó que lo asesinarían tan lejos de su casa, razón por la que era el lugar indicado para tomarlo con la guardia baja”.
Infiere además la persona consultada que el tiempo de respuesta “es otra cosa que jugó a favor de los asesinos, las autoridades respondieron muy mal ante este suceso, entre el punto en que ocurrió el asesinato y el momento en que se pudiera organizar un despliegue policial para encontrar a los sicarios pasaron entre 5 a 9 minutos, tiempo suficiente para huir usando el tipo de moto que usaron”.
¿Quién era la víctima?
Como Kelvis Jose Valbuena Alvarado, de 32 años de edad, fue identificado el hombre asesinado cuando hacía fila en los mostradores del terminal nacional del aeropuerto Simón Bolívar.
Valbuena Alvarado era comerciante y abogado penalista, hacía vida en uno de los barrios más peligrosos de Maracaibo, en la ciudad de Cabimas. Su repertorio de clientes iba desde ladrones de poca monta hasta pranes y gente con conexiones en altos niveles del gobierno y de la delincuencia organizada.
Pese a no tener registros en el Sistema Integrado de Información Policial (SIIPOL), Al occiso se le vincula con una organización delictiva llamada “Los Matos”, un grupo delincuencia que se dedica a la venta de gasolina y gasoil, además del tráfico de drogas desde y hacia Colombia.
Se cree que Valbuena Alvarado prestaba servicios legales para Banda de “Los Matos”, la cual tiene una fuerte rivalidad con “Los Melean”, otro peligroso grupo delincuencial, el centro de la disputa entre ambas bandas gira en torno al control de zonas de distribución de droga, cobro de vacuna y extorsión.
El hombre asesinado estaría también vinculado a la reciente detención ocurrida el pasado 28 de julio, cuando fue detenida en el Aeropuerto de Las Américas de Santo Domingo la ciudadana venezolana Luz Marina Guillén Morales, con la cantidad de 105 mil 867 dólares, que transportaba en una maleta con doble compartimiento. Guillén, de 32 años de edad, formaría parte de la red mencionada y traería el dinero para nuestro país como pago de las diferentes operaciones.