Guam, bañada por las cristalinas aguas del Pacífico Occidental, pasa desapercibida entre las promociones turísticas, no obstante, la amenaza de Pyongyang con atacar la isla puede servir de escaparate internacional e impulsar la industria.
“Todo el mundo está hablando de Guam (…) el turismo va a crecer multiplicado por diez sin gastar dinero”, aseguró el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al calificar la isla como “maravillosa” y abrir la puerta a una futura visita.
Cerca de un millón de personas han visitado este año la nación, que hasta finales del siglo XIX pertenecía a la Corona de España y que forma parte de los territorios no incorporados a Estados Unidos, procedentes en su mayoría de los vecinos Japón, Corea del Sur, Taiwan o China, según los datos oficiales.
Una industria clave para los 163.000 habitantes de la isla que esperan crezca una vez se rebaje el nivel de alerta tras los planes de Corea del Norte de lanzar un ataque balístico en sus aguas.
Guam “es el paraíso, tenemos un 95 por ciento de ocupación, pero después de que todo esto termine vamos a alcanzar el 110 por ciento”, vaticinó el gobernador de la isla, Eddie Calvo.
Las autoridades y agentes turísticos aseguran que el pulso norcoreano no ha afectado hasta la fecha las llegadas a la isla, a pesar de que existe una cierta preocupación.
“No hemos registrado bajas en las últimas semanas, al contrario, mucha gente nos llama para consultar los paquetes de viaje disponibles y actividades en la isla”, apunta por teléfono a Efe un representante de la agencia “Tortuga”.
Entre los atractivos de la llamada “Estados Unidos de Asia” destacan las playas de arena blanca, los arrecifes de coral y los paseos por la jungla, unidos a un agradable clima tropical.
Otros viajeros también ven como atractivo en el territorio la excepción de impuestos en muchas de las tiendas, que propicia que los turistas regresen con las maletas cargadas.
“Una desafortunada circunstancia se puede transformar en una gran oportunidad para dar a conocer Guam y su cultura”, declara Josh Tyquiengco, director de la Oficina de Visitantes de Guam, organismo oficial que estimó en 1.600 millones de dólares (unos 1.350 millones de euros) los ingresos en 2015 por esta actividad.
El régimen de Pyongyang detalló el jueves que prepara un plan para disparar a mediados de agosto cuatro misiles contra las aguas territoriales de Guam.
Expertos en defensa estiman que un misil de alcance medio-largo Hwasong-12 lanzado por el régimen norcoreano tardaría entre 14 y 15 minutos en recorrer los 3.430 kilómetros hasta alcanzar la isla.
La Oficina de Defensa Civil repartió en hoteles y emplazamientos turístico folletos informativos con recomendaciones para prepararse ante la “inminente amenaza con misiles”.
En 2013, Corea del Norte ya puso a Guam entre sus objetivos debido a que esta isla es un emplazamiento estratégico de las tropas estadounidenses para controlar el Pacífico.
En Guam las bases militares de EEUU ocupan un cuarto de los 540 kilómetros cuadrados de la isla, donde hay 6.000 efectivos desplegados, y desde allí operan los bombarderos B-1B con capacidad nuclear.
Sin embargo, el gobernador insiste en que Guam “está a salvo” al mostrar sus dudas de la capacidad de la tecnología norcoreana y confiar en el sistema de defensa antimisiles de Estados Unidos.
Trump advirtió al líder norcoreano, Kim Jong-un, que si ordena un ataque contra Guam obtendrá con una respuesta “que nadie ha visto antes en Corea del Norte”.