Siguiendo el rastro de las apariencias, siempre tan engañosas, parece que los únicos venezolanos que tomaron en serio las amenazas del ciudadano Trump son el presidente Nicolás Maduro y su hijo, Nicolasito.
No existe información que señale a solo uno de los 39 ministros ordenando sacar de los Despachos aquellos archivos más comprometedores o importantes, o que al menos diese la orden de enviar a casa los empleados, no fuese a ser que les pillara un bombardeo trabajando dentro de las oficinas… por la patria.
Tampoco me han llegado noticias del inefable y desprendido diputado Requesens, aquél que hace poco pidió en Miami una invasión yanqui a nuestro país, refiriendo que el muchachón retiró su osada candidatura a gobernador del Táchira para cruzar el puente, y desde Cúcuta ponerse a la orden de las tropas invasoras.
En descargo histórico del inaudito Requesens digamos que no sería la primera vez que un venezolano propicia que nos invadan tropas extranjeras: En vista de los logros dejemos en paz al Libertador que comenzó su Campaña Admirable a la cabeza de un ejército de colombianos. Pero entonces en su lugar mencionó, entre otros, un ciudadano, Carlos Rangel Garbiras, que invadió a Venezuela desde Cúcuta acompañado de tropas colombianas y fue derrotado en San Cristobal por el general colombiano Rafael Uribe Uribe, dirigiendo tropas venezolanas.
Y para finalizar este recuento del club de incrédulos menciono que tampoco tengo información sobre vecinos de Miraflores que atemorizados por las amenazas de Donald Trump… comenzaron una estampida al estilo de aquella trágica emigración a Oriente en la cual se estima fallecieron la cuarta parte de los independentistas que la componían, víctimas del hambre, los asaltantes y las serpientes. ¡Si la intervención militar extranjera fuese en serio Roy Chaderton tendría razón!
El presidente Trump como muchos políticos estadounidenses de estos tiempos menguados, busca aumentar los votos hispanos que hoy día son muchos en los Estados Unidos. Poco importa si se trata de hispanos oriundos de Venezuela, si son cubanos, mexicanos o dominicanos… importante es que el potencial elector sepa que “Donald está con nosotros” aunque pasados unos meses no recuerde a qué se debe ese impreciso parecer.
Como era de esperar, sin acudir a Oscar Schemel, hasta ahora el único constituyentista que ha dicho cosas sensatas y prácticas en ese aerópago de medio millar de diputados que es la ANC, la inmensa mayoría de los venezolanos –85 %- entre los que me han de contar, rechazamos una invasión extranjera a nuestro país.
Las razones sobran y entablar debate con disociados de la realidad no vale la pena: De manera que para no redundar o aburrir basta recordar que ningún país invadido por los marines ha mejorado la condición inicial. Ni siquiera Panamá –ejemplo al que recurren los mal informados- puede decir que su actual bonanza se debe a la invasión puesto que ya con Noriega se vivía en ese país un cierto “boom” económico, que sigue campante en esa burbuja transoceánica, inflada con dólares producto de todos los delitos y vicios que hay en el mundo.
Pero no por la abundancia de disociados debo olvidar que hasta nuevo aviso en el Departamento de Defensa, apartando el mal apresto de las tropas de USA –vean informe de la Heritage Foundation del 2016-, tienen como prioridad un gordito que lanza misiles desde Norcorea y también terminar de reparar la guerra de Siria ya que el señor Al Assad resultó un hueso duro de roer y Trump, hombre de negocios ya arregló una nueva “ruta de la seda” en la cual participarán empresas chinas, yanquis, rusas, israelíes, sauditas, iraníes y en último lugar sirias. O que en ese mismo Despacho saben muy bien que Venezuela no está “sola” desde que merced a los rojitos pertenecemos a una patota donde los toros madrineros son rusos, chinos e iraníes… razones suficientes para explicar que Donald en realidad ayuda a Maduro con esas declaraciones supuestamente guerreras.
Cómo adivinar el futuro no me compete y apostar está prohibido, sigo alertando: Superar el actual estado del país es asunto nuestro pero eso es un imposible con la actual oferta política ya que ni el gobierno ni la Mud tienen ideas, programas o simplemente suficientes patriotas dispuestos a revertir los daños del estatismo, el socialismo, el centralismo, la corrupción y la burocratización… mal del que no se puede desprender el gobierno pero que en la Mud, a pequeña escala, es justo decirlo… hace metástasis.
Mientras tanto, entre tanta payasada, los “bussiness” avanzan… la semana pasada llegó a La Habana una gran delegación de la Autoridad Portuaria de Boston… viajan autorizados por la Casa Blanca… para negociar el puerto de Mariel… eso lo vengo reseñando desde hace tiempo… pero lamentablemente, en medio de una prensa idiota e idiotizante… los venezolanos en la práctica no veremos este tipo de razonamiento en los diarios, las televisoras y radios de nuestro país.
¡Eso sí!: Habrá cobertura para marchas oficialistas en rechazo a la invasión de Trump mientras en las redes sociales no faltarán guerreros y guerreras del teclado, muchos viviendo en el extranjero, que se rasgarán las vestiduras “exigiendo celeridad a los marines”… pero al tiempo el nuevo mejor amigo de Nicolás se revolcará de la risa pensando en el gran negocio que será el puerto de Mariel.