En política la capacidad de escuchar a su entorno es uno de los más valiosos recursos con que se cuenta. En tiempos anteriores no existía capacidad tecnológica desarrollada. Hoy las fuentes de datos se han incrementado y expandido en forma exponencial. Pero no por eso la capacidad de escuchar
En política la opinión pública es imprescindible. Tú puedes tener muchos enemigos, pero si sabes escuchar a tus más cercanos y la opinión pública puedes sortear, sobrellevar grandes adversidades y batallas
Escuchar te da sentido de previsión. Puedes distraer al oponente, y sobre todo de oportunidad y construcción. La política se hace, se construye a partir de muchas formas y conceptos. Una de ellas es saber escuchar.
Para Von Hayek existe una fuerte correlación entre saber escuchar y los premios y recompensas del buen escucha. Un buen escucha es capaz de captar los signos del entorno y procesarlos en importantes decisiones. No escuchar suele costar grandes pérdidas
En cuanto a Venezuela parece que mejor se escucha afuera. Las alarmas están encendidas desde hacía mucho tiempo, pero los procesos llevan su lapso. Dentro escuchar es sórdido para muchos.
El tema no es el propiamente el tiempo, que los es, es que no se ven los resultados más allá de nuestra cuota anual de arrebatados por armas de fuego, que asciende sin cuartel. Y las victimas, jóvenes con sus esperanzas a cuestas, con un tiro de fusil en la cabeza en cada crisis. Como en la trágica y negra Macondo, la historia se repite esperando nazca la bestia
Esa bestia que el autor de Macondo, que como todo socialesclavista pretende viene de dentro, pero sabe que ha sido engendrada de fuera. Por eso la bestia aparece en la familia Buendía. Sabe que es un tema antropológico. Han sido muchos años de servidumbre. Por eso los socialesclavistas piensan que todos queremos ser servidumbre.
Esa es la esencia en Kafka. Pero no es Kafka. No pues Kafka si escucha su entorno, y sabe que luego del tiempo de libertades el Hombre quiere libertades, y ve como se le arrebatan. Es la interpretación del proceso Kafkiano. Y es la interpretación real de saber escuchar en política
Bladimir Díaz Borges
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