Desde el primer día que inició sus labores la Asamblea Nacional, el ilegal TSJ ha usurpado sus funciones, a veces de manera velada y otras de forma directa, bien emitiendo decretos abusivos e ilegales, o declarando la “inconstitucionalidad” de todas sus legítimas decisiones. Realmente no hay novedad alguna cuando la narco-revolución anuncia que la fraudulenta constituyente cubana “asumirá las funciones” del parlamento. Semejante tropelía sólo genera una fuerte reacción internacional y en nada fortalece al régimen, más bien lo debilita al confirmar su carácter dictatorial y vocación delictiva. Entonces ¿Para qué anunciar que asumirán unas funciones que ya habían usurpado? ¿Por qué tomar una decisión que en la práctica no cambia nada y que la oposición utilizará para afianzar su posición en los escenarios internacionales?
La respuesta es simple: este y otros anuncios son utilizados como misiles en la guerra sicológica que desarrolla el gobierno, quien valora sobre todo el efecto negativo que pueden generar en el sentimiento colectivo. De hecho, sólo para eso sirve la desprestigiada constituyente cubana ¿o acaso hay algo que ahora el gobierno puede hacer y antes no podía? ¡Nada! Estemos claros en que la dictadura no necesita a esa ilegal constituyente para abusar, violar DDHH, apresar a diputados o alcaldes, asesinar a estudiantes y cometer cualquier arbitrariedad, le basta con una depravada cúpula militar y un Poder Judicial servil e inmoral. Es decir, a la dictadura la sostienen las bayonetas y la constituyente cubana solo sirve para desmoralizar al país y desmovilizar al 90% de venezolanos que hoy se opone a ella: una mayoría que resulta incontenible, salvo que el gobierno logre dividir a las fuerzas democráticas e instalar un clima de resignación, pesimismo, frustración y confusión. Esa es la tarea de la constituyente cubana y será víctima de esa guerra sicológica quienes caigan en su juego. Quieren que usted piense que “nos quitaron la AN”, cuando la verdad es que el país y el mundo desconoce a su falsa constituyente. La idea es que usted dude sobre ir a elecciones con este CNE, el mismo con el cual le dimos una paliza en el 2015. Que se paralice porque nos inhabilitarán candidatos, apresarán a los que ganen, no los dejarán tomar posesión o le montarán un gobierno paralelo. La verdad es que nada de eso es posible si la mayoría que hoy somos se expresa y sale a votar, en cuyo caso -a pesar del CNE- ganaremos las 23 gobernaciones y estaremos ante una realidad política muy distinta.
Venezuela ha conquistado un inmenso respaldo internacional porque -además del canal humanitario, liberación de presos políticos y otras exigencias- hemos planteado claramente una salida electoral a la crisis. “Elecciones ya” ha sido una poderosa consigna frente a la dictadura. Pues bien, resulta incomprensible que ahora -cuando logramos construir una mayoría tan contundente- entonces no vayamos a elecciones o algunos apuesten a la abstención, cayendo así en el juego del gobierno. Igual que al descalificar a nuestro liderazgo, dividir a la MUD o satanizar sus decisiones. Al contrario, quebrar su estrategia supone participar en cualquier elección establecida en la Constitución, sin abandonar la calle y preservando la unidad. ¡Que nadie se deje manipular! Quienes tenemos un compromiso con el cambio, tenemos prohibido caer en el juego del gobierno y estamos obligados a actuar con prudencia e inteligencia.
Twitter: @richcasanova
(*) Dirigente progresista / Vicepresidente ANR del Colegio de Ingenieros de Vzla.