Al menos cuatro personas murieron y otras seis resultaron heridas en un nuevo ataque suicida en la localidad de Mozogo, en la región del Extremo Norte de Camerún y muy cerca de la frontera con Nigeria, reseña EFE.
El ataque tuvo lugar sobre las 22.00 hora local (21.00 GMT) de la pasada noche, cuando dos hombres hicieron estallar los explosivos que uno de ellos llevaba atados a su cuerpo frente a un grupo de vigilantes civiles que patrullaban la zona, informaron testigos a EFE.
Dos miembros del equipo de vigilantes murieron en el lugar del ataque y otros dos mientras eran trasladados al hospital. La muerte de los dos atacantes aumenta la cifra total a seis decesos.
Las víctimas de este nuevo atentado pertenecen a un comité de vigilancia civil, que fue creado por las autoridades camerunesas para luchar contra el terrorismo yihadista que azota el país, labor recompensada con comida o premios, pero no económicamente.
Los vigilantes patrullan las localidades en busca de elementos sospechosos y alertan a las fuerzas de seguridad en caso de alerta, además de recopilar información para el Batallón de Reacción Rápida (BIR, siglas en francés), unidad de élite del Ejército.
La población donde tuvo lugar el ataque la pasada noche ha sido en varias ocasiones objetivo del grupo terrorista nigeriano Boko Haram, que atenta en varios países de la región después de que en 2015 Chad, Níger, Camerún, Nigeria y Benín crearan una fuerza multinacional para combatir a los yihadistas.
El último de estos atentados suicidas ocurrió el pasado 6 de agosto, cuando al menos 7 personas murieron y otras cuatro resultaron heridas en la localidad de Ouro-Kessoum, también en la región del Extremo Norte.
Además 14 personas murieron el pasado 12 de julio cuando dos terroristas suicidas se inmolaran en una zona de bares de Waza.
Según expertos consultados por Efe, los radicales islámicos quieren convertir el lago Chad es su nuevo bastión, después de que el Ejército nigeriano les haya ganado terreno en el norte de Nigeria en los últimos meses.
Boko Haram, que significa en lenguas locales “la educación no islámica es pecado”, lucha por imponer un Estado islámico en esta zona de Nigeria, donde la mayor parte de la población es musulmana.
Según cifras divulgadas por los medios locales cameruneses, desde 2014 la guerra contra Boko Haram ha costado la vida a más de 2.000 personas, así como el desplazamiento de al menos 160.000 personas, la mayoría en el norte del país.