El Gobierno de Brasil revisará un decreto que abrió una enorme reserva en la selva amazónica a la minería, dijeron ministros el lunes, respondiendo a las durísimas críticas recibidas desde varios sectores, incluyendo a legisladores y activistas.
Reuters
El ministro de Minas y Energía, Fernando Coelho Filho, aseguró a periodistas que el Gobierno anularía un decreto previo y emitiría uno nuevo que aún suprime la reserva de minerales, pero especifica las protecciones existentes de parte del área que se mantendrán en vigencia.
Los cambios, tal como se describen, serán principalmente superficiales, explicando las protecciones que se mantendrán, y Coelho Filho reiteró comentarios realizados previamente defendiendo la posición de permitir la minería en la zona.
La revisión muestra el apuro del Gobierno para responder las críticas, incluyendo amenazas de acciones legales y un esfuerzo para revertir el decreto en el Congreso, con una serie de conferencias de prensa y comunicados desde que Reserva Nacional de Cobre y Asociados (Renca) fue disuelta la semana pasada.
Renca prohibió la minería en cerca de 46.000 kilómetros cuadrados de selva amazónica, una área mayor a la superficie de Dinamarca. Fue establecida en 1984 por el entonces gobierno militar para reservar sus recursos minerales y no para proteger la selva.
El ministro de Medio Ambiente de Brasil, José Sarney Filho, hablando junto a Coelho Filho, aseguró que su cartera no había estado involucrada en el decreto inicial porque era mayormente un tema minero.
“Entendimos que este decreto tenía que ver con el sector minero. Sin embargo, nuestra mayor preocupación era que la reserva minera fuera confundida con unidades de conservación (reservas naturales)”, afirmó.
Según un reporte gubernamental del 2010, un 69 por ciento del área de Renca en el estado de Amapá, donde se ubica casi la mitad del territorio protegido, está sujeto a otros tipos de controles de conservación o protección para zonas indígenas.