Venezuela buscará amortiguar con China, Rusia y la India el duro golpe que ha dado EEUU al sistema financiero venezolano tras las sanciones económicas impuestas contra la nación caribeña que arrinconaron las fórmulas de financiación del Gobierno de Nicolás Maduro, reseñó EFE.
La nueva fórmula es la asociación económica-comercial de los BRICS, que reúne a las cinco economías emergentes más importantes del mundo, y que presentó el Gobierno como la plataforma que tiene en la mira para mantenerse a flote pese a las medidas de la Casa Blanca.
“¿Cómo superar las sanciones? ahí está, profundizando nuestro relacionamiento estratégico con Rusia, con China, con la India, con Irán, con otros polos”, dijo la presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Delcy Rodríguez, en una rueda de prensa desde la sede de la Cancillería venezolana.
La jefa del órgano recién electo que ha subornidado a todos los poderes del Estado venezolano, y que también ha sido el detonante de las sanciones, ha planteado el escenario “como una promoción” para que se desarrollen más las “relaciones estratégicas” con ese “otro mundo”.
EEUU ha presentado la medida como una forma de presión ante la “corrupción pública rampante” y la “represión y persecución, y violencia, contra la oposición política”, y que busca “proteger” su sistema financiero de “complicidad en la corrupción de Venezuela y en el empobrecimiento del pueblo venezolano”.
Rodríguez al igual que el sector del chavismo que respalda a Maduro, y controla los poderes públicos del país, piensa que estas sanciones buscan “cercar” a Venezuela con un “bloqueo financiero”, y frente a las que ha anunciado medidas “recíprocas”.
“Nosotros respaldamos cualquier tipo de acción que adopte el jefe de Estado en su condición de jefe de las relaciones internacionales, pero también esta Asamblea Nacional Constituyente está convocada y fue convocada para un objetivo programático, que es la defensa de la soberanía”, afirmó la constituyente.
Rodríguez culpa a la oposición venezolana de estas sanciones, pues los ha señalado de pedir a EEUU una intervención militar y un “bloqueo financiero” al país, y en virtud de ello hoy anunció que la nueva Carta Magna que planean redactar establecerá artículos “más estrictos” para quienes cometan delitos contra el orden constitucional.
Previo a las sanciones de EEUU, Maduro ya había pedido a la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y al Ministerio de Petróleo ampliar “la participación accionaria” de empresas chinas y rusas, pues ya avizoraba la aplicación de medidas por parte de la nación norteamericana.
La oficialista ha reconocido que Venezuela no tiene cómo pagar alimentos y medicamentos que se encuentran en embarcaciones en las costas, tras el decreto que firmó el viernes el presidente de EEUU, Donald Trump.
La orden ejecutiva de la Administración estadounidense prohíbe específicamente las “negociaciones en deuda nueva y capital emitidas por el Gobierno de Venezuela y su compañía petrolera estatal”, así como las “negociaciones con ciertos bonos existentes del sector público venezolano, y pagos de dividendos al Gobierno de Venezuela”.
La oposición venezolana, reunida en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), había guardado silencio hasta ayer cuando anunció su apoyo a las sanciones que imponga cualquier Gobierno del mundo a “vagabundos, violadores de derechos humanos y saqueadores de los recursos públicos” en Venezuela.
A través de un comunicado señalaron que además respaldarán y solicitarán “el apoyo diplomático mundial que contribuya al restablecimiento constitucional y democrático en Venezuela”.
La Mesa de la Unidad Democrática, que culpa al Gobierno de Nicolás Maduro de la profunda crisis que atraviesa el país, señaló que el jefe de Estado venezolano es el “responsable exclusivo de haber generado un aislamiento internacional sin parangón en el hemisferio”.
Los opositores podrían ser justamente uno de los castigados por respaldar estas sanciones, ya que el Gobierno de Maduro ha solicitado “un juicio histórico” contra los líderes de la MUD que han pedido acciones contra el Estado venezolano, lo que es visto como un delito de “traición a la patria”.