El primer bebé panda de Francia es “fuerte”, aseguró el sábado el zoológico de Beauval (centro) que cuida con dedicación al recién nacido, quien perdió a su gemelo poco después de nacer el viernes por la noche, reseñó AFP.
“La primera semana es la más difícil porque todavía es muy frágil”, advirtió el responsable veterinario del parque, Baptiste Mulot, al día siguiente del nacimiento del pequeño macho, llamado de forma provisional “Mini-Yuan Zi”, a partir del nombre de su padre biológico y compañero de la madre Huan Huan.
El bebé panda, el primero en nacer en Francia, es “fuerte” y “mama de su madre”, aseguró el veterinario.
Su hermano gemelo murió casi una hora después de nacer, a pesar de los esfuerzos del equipo del parque zoológico.
Para “Mini-Yuan Zi”, “veremos si se tendrá que completar con la leche aportada por las dos especialistas chinas, procedentes del centro de reproducción de pandas de Chengdu” (provincia de Sichuan, suroeste de China), que permanecerán seis meses en Francia para hacerse cargo del pequeño panda.
Huan Huan (“Alegre”) “es una madre muy protectora, lo que está muy bien, pero complica el trabajo de las cuidadoras chinas para retirarle el bebé cada dos horas”, agregó el especialista.
“El pequeño está siempre con su madre, y cuando lo recuperamos, lo ponemos inmediatamente en la incubadora”, precisó.
Las cuidadoras lo pesan, lo lavan (ya que Huan Huan todavía no lo sabe hacer, según Mulot) y ya le dieron tres biberones. “Mini-Yuan Zi” absorbió entre 1 y 1,3 mililitros.
Pesaba 142,4 gramos al nacer, es decir 21,4 gramos más que su gemelo. La última vez que fue pesado, la balanza marcó 135 gramos, “lo que es normal porque los bebés pierden un poco de peso tras el nacimiento”, añadió el veterinario.
Brigitte Macron, madrina
Nacido a las 22H18 (20H18 GMT), el primer bebé fue apartado rápidamente por su madre que, guiada por su instinto, escogió al otro gemelo, nacido 14 minutos después, que parecía más enérgico. Huan Huan hizo lo mismo que habrían hecho otras osas panda en la naturaleza.
Fuera de China, solo 22 parques zoológicos en el mundo albergan osos panda.
Huan Huan y su compañero Yuan Zi, los dos fruto de linaje de gemelos, llegaron en enero de 2012 a Beauval. China prestó a los úrsidos al zoo francés por un periodo de 10 años, después de intensas negociaciones al más alto nivel entre Francia y China.
El nacimiento de un bebé panda es un acontecimiento tanto a nivel mediático como científico, e incluso diplomático. Siguiendo la tradición, la primera dama francesa, Brigitte Macron, será, junto a su homóloga china, la madrina de la cría.
La esposa del presidente francés está “muy contenta” de ser su madrina e irá “en los próximos meses a ver al bebé” al zoológico de Beauval, afirmó el director del parque a la AFP.
El nombre definitivo del panda corre a cargo de China, que lo recuperará dentro de tres años, cuando deje de ser amamantado.
En el zoológico de Beauval, la pareja de pandas gigantes, de nueve años, son más que nunca las estrellas del parque, aunque por ahora solo se puede ver al macho Yuan Zi (“Hijo del que tiene la cabeza redonda”) puesto que la madre y su cría están confinadas lejos de la mirada del público.
Para ver la familia al completo, los visitantes tendrán que esperar como mínimo tres meses, el tiempo necesario para que el bebé panda abra los ojos, se cubra de pelo y gane fuerza.
Hasta entonces, cinco pantallas gigantes retransmitirán a los visitantes la vida de Huan Huan y Yuan Zi y su retoño.
El nacimiento, y su mediatización, dio pie a asociaciones de defensa de los animales para criticar el cautiverio de los pandas, subrayando que deben estar en su ambiente natural y no en el parque.
“¿Los bebés pandas del zoo de Beauval serán algún día liberados?”, se interrogó la Fundación Brigitte Bardot. “La urgencia es proteger el hábitat del panda para garantizar su superviviencia y no exponer, como un trofeo, individuos que tienen pocas posibilidades de un día regresar a su hábitat natural”.
Los pandas gigantes figuran en la lista roja mundial de especies amenazadas, establecida por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), a causa principalmente del calentamiento climático que amenaza su hábitat y su alimentación.
