Venezuela ha acumulado una cantidad descomunal de deuda, más de 146 mil millones de dólares gracias a unos gobiernos “revolucionarios” que gastaron irresponsablemente, sin control de las instituciones nacionales, muy por encima de lo prudente y racional.
Por lapatilla.com
Hoy, en cifras del diputado y economista José Guerra, la deuda pública total del país totalizó en 2016 la cifra de 146.525 millones de dólares, equivalente al 80% del Producto Interno Bruto (PIB) de ese año.
En comparación, para el año 1998, la deuda pública total era de 31.548 millones de dólares, equivalente al 33,2% del PIB de ese año.
Según cifras del Ministerio de Finanzas, la deuda externa del Gobierno Central vía bonos, se ubicó en diciembre de 2016 en 36.500 millones de dólares. En los estados financieros de Pdvsa a diciembre de 2016 tenemos que los bonos de Pdvsa ascienden a 28.524 millones de dólares. En total, tenemos 65.024 millones de dólares en deuda soberana.
El pueblo estadounidense, el mayor financista de la “revolución”
Ayer desde el Palacio de Miraflores, Nicolás Maduro afirmó que “que se ha cumplido con el último centavo de dólar que le tocaba durante todos estos años y meses, con una deuda exacta de 65 mil millones de dólares”
Detalló que el 62 % de los tenedores de la deuda pública venezolana son de Estados Unidos, el 12% son del Reino Unido, 6 % son canadienses. Le siguen los alemanes con el 5%, suizos el 4% y un 11% otros.
¿Cómo llegaron esos bonos de Venezuela a personas o instituciones de esos países? A través del mercado de capitales, que es es un tipo de mercado financiero a través del cual se ofrecen y se demandan fondos o medios de financiamiento a mediano y largo plazo, captando los ahorros de personas o entidades para usarlos para financiar los proyectos de otros.
La Bolsa de Valores es la institución central en el mercado de capitales, ya que sirve de canal de comunicación entre los emisores a Inversionistas de los Títulos Valores, para que puedan contactarse y realizar sus transacciones bursátiles, compra y venta de Acciones, Bonos, Obligaciones Negociables, cesiones y todo tipo de actividades relacionadas con el entorno de los títulos valores y su transacción en la bolsa.
Es así como en las bolsas de valores de esos países, se registraron y vendieron los bonos tanto de la República como de Pdvsa.
Los ahorros de los habitantes, empresas, fondos de inversión de esos países capitalistas y prósperos le permitieron canalizar miles de millones de dólares, desde esos países a las cuentas del gobierno de Maduro y de Pdvsa.
Lo que hizo Trump, lo que dijo Maduro y lo que había logrado Maduro
El 25 de agosto el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva con nuevas sanciones financieras contra el régimen de Nicolás Maduro.
El texto afirma que “en un esfuerzo por preservarse, la dictadura de Maduro premia y enriquece a los funcionarios corruptos en el aparato de seguridad del gobierno cargando a futuras generaciones de venezolanos con deudas masivas. La mala gestión económica de Maduro y el saqueo desenfrenado de los activos de su nación han llevado a Venezuela a estar cada vez más cerca del incumplimiento. Sus funcionarios ahora están recurriendo a esquemas de financiamiento opacos y liquidando los activos del país a precios de venta de fuego”.
En el decreto se “prohíbe operar nueva deuda emitida por el gobierno de Venezuela y su empresa petrolera estatal. También prohíbe las transacciones en ciertos bonos existentes propiedad del sector público venezolano, así como los pagos de dividendos al gobierno de Venezuela”, indicó el texto.
Queda claro que no se afecta en ningún sentido la deuda emitida y en los mercados antes del decreto de Venezuela o de Pdvsa, sólo los “bonos existentes propiedad del sector público venezolano” que pudieran estar registrados en el renglón “otros” que presentó Maduro. Es así como los tenedores diferentes al sector público venezolano no tienen nada que temer… ¿O si?
Al respecto Maduro argumentó el pasado 25 de agosto que “Desde Venezuela estamos hablando con la verdad (…) Venezuela está en una batalla histórica, extraordinaria, especial (…) no se le puede hacer a Venezuela lo que pretende el señor Trump (…) algunas medidas ya las conocíamos de antemano y nos hemos ido preparando (…) medidas que afectan a directamente a varios sectores, en primer lugar pretenden y afectan directamente a los tenedores de bonos o instrumentos de deuda externa de Venezuela en los Estados Unidos (…) porque han buscado que Venezuela caiga en default”
Y continuó “Cuando un país no paga, queda comprometido en su funcionamiento económico (…) hemos cumplido con el último centavo de dólar que nos correspondía cumplir en todos estos años y meses (…) 65.000 mil millones de dólares”
Y acá la perla de su reflexión “Buena parte de esos 65 mil millones de dólares si no hubiéramos sido perseguidos por el imperialismo (???) la hubiéramos podido tomar para obras de salud, más viviendas, obras de educación, escuelas, autopistas, para obras pués (…) 65 mil mil millones, calculen ustedes, la mitad, 32.500 millones de dólares que hubiéramos podido, por mecanismos de refinanciamiento normales, si tu eres buena paga, tienes fortaleza económica, poder económico por ser una potencia petrolera y minera, fácil, cualquier banco te toma un bono, lo refinancia, y le pone 5 años más, 10 años más, y en vez de pagar los 3.000 millones que tienes que pagar este año te dicen págamelos en el año 2021, y ese dinero que tiene líquido lo agarras y lo inviertes en finanzas para el desarrollo del país”
Lo dice quien llevó la calificación de los bonos de Venezuela al nivel más bajo en su historia, confirmando así lo que durante años advertían los expertos, que Maduro debía refinanciar la deuda, para que pudiera importar bienes y servicios, en vez de pagar para favorecer a unos tenedores de bonos, tal como lo advirtieron los economistas Hausmann y Santos en septiembre de 2014
Ver también Escriben Ricardo Hausmann y Miguel Angel Santos: ¿Hará default Venezuela?
Ver también S&P rebaja calificación deuda a largo plazo de Venezuela a “CCC-” por riesgo cesación de pagos
Lo cierto es que el decreto de Trump le elimina la posibilidad a Maduro de refinanciar la deuda en EEUU, es decir, le quita la “tarjeta de crédito imperial” que el pueblo de Estados Unidos financió. Le deja el camino abierto, al “país potencia petrolera y minera” para que monte su bicicleta en cualquier mercado fuera del estadounidense.
Pero los contratos de los bonos están vigentes así como compromiso de la República y de Pdvsa de honrarlos en los términos que se emitieron y que por ellos recibieron el dinero. Los tenedores de bonos así lo esperan.
En este caso, 65 mil millones de dólares por el que nadie, en el régimen, rindió cuentas.
Tantas mentiras, para una muy triste historia cierta. La revolución quebró a la nación venezolana (lapatilla.com)