Cerca de 200 venezolanos participaron este miércoles en una manifestación que, según sus organizadores, fue “realmente pacífica” y se llevó a cabo un mes después de que se disipara una oleada de protestas que dejó más de 120 muertos, 2.000 heridos y alrededor de 5.000 arrestos, reseñó EFE.
Bajo el lema “Cada vida cuenta” los manifestantes se concentraron en el este de Caracas donde se mantuvieron apostados al frente de una avenida con carteles que recordaban los nombres de las personas que perdieron la vida en medio de las protestas y de quienes permanecen arrestados y son considerados “presos políticos”.
Eduardo Burges, miembro del “Laboratorio ciudadano de violencia no activa”, dijo a Efe que esta actividad no fue convocada por ningún partido político -como sí ocurrió en las protestas antigubernamentales que se registraron entre abril y julio- sino por varias organizaciones vecinales, entre ellas en la que él participa.
El activista explicó que agrupaciones vecinales y de “variada índole” se unieron para “honrar a los caídos” en las protestas de este año y en las de 2014, cuando el país también se vio sacudido por manifestaciones antigubernamentales durante varias semanas que se saldaron con 43 muertos y decenas de heridos.
Los carteles que flotaban por encima de la muchedumbre tenían escritos los nombres de las víctimas mortales, sus edades, ocupación y la causa de sus muertes; y mensajes como “Memoria, Justicia, Libertad” o “Exigimos cese de tratos denigrantes”.
Según leyó en altavoz una manifestante se estaba recordando a “185 venezolanos inocentes” que perdieron la vida entre 2014 y 2017 “en la búsqueda de una mejor sociedad”, así como a “590 presos políticos” de los que pidieron “información sobre sus condiciones”.
Los casi 200 nombres de los fallecidos fueron leídos en voz alta y repetidos por los manifestantes que, luego de recitar varios poemas, marcharon hacia la plaza Bolívar del municipio Chacao, ubicada a 1,3 kilómetros del lugar de la concentración.
La manifestación terminó sin altercados y es la primera que se concreta desde que el pasado 30 de julio fuera elegida en el país una Asamblea Nacional Constituyente, integrada únicamente por oficialistas, que es señalada de fraudulenta y vista por la oposición como un instrumento para “consolidar una dictadura”.