El exjefe de inteligencia surcoreano Won Sei-hoon recibió hoy una condena de cuatro años de cárcel por mediar en la campaña electoral de 2012 a favor de la expresidenta Park Geun-hye, después de que una sentencia anterior en su contra fuera revocada, reseña EFE.
Won fue declarado culpable de interferir en dichos comicios desde su posición al frente de los servicios de inteligencia (NIS) después de que la acusación presentara nuevas pruebas, según la sentencia del Alto Tribunal de Seúl, y fue llevado inmediatamente a prisión, informó la agencia local Yonhap.
Durante la campaña electoral de diciembre de 2012, los funcionarios del NIS a las órdenes de Won divulgaron en la red social Twitter comentarios en favor de la entonces candidata conservadora Park, presidenta del país hasta su destitución el pasado marzo, y en contra de su rival progresista, Moon Jae-in.
Won “dirigió una campaña a favor de una candidata particular, lo que supone una clara vulneración de su deber de mantener la neutralidad como sirviente público”, señala el tribunal en su sentencia hecha pública hoy.
La intromisión ilícita de los Servicios de Inteligencia de Corea del Sur en la campaña electoral indignó en su día a la sociedad surcoreana, aunque la expresidenta salió indemne del escándalo hasta ser apartada de su puesto a raíz de la más reciente trama de la “Rasputina”.
La presidenta Park ganó las elecciones de 2012 por un estrecho margen del 3,5 % sobre su rival, y desde que salió a la luz el papel que jugó el NIS hizo caso omiso a las peticiones de dimitir y repetir los comicios.
Won fue juzgado anteriormente por el mismo caso y condenado a tres años de cárcel en 2015, aunque esta sentencia fue invalidada por el Tribunal Supremo surcoreano, que ordenó repetir el proceso y liberar bajo fianza al acusado.
Park, por su parte, fue destituida y encarcelada provisionalmente el pasado marzo por su rol en la trama de corrupción y tráfico de influencias que protagonizó junto a su amiga Choi Soon-sil, conocida como la “Rasputina” por su cercanía con la exmandataria.
Ambas están siendo juzgadas por haber extorsionado presuntamente varios millones de dólares a diversas empresas, entre ellas Samsung, a cambio de que éstas obtuvieran un trato de favor del Gobierno y Park se enfrenta por ello a penas de prisión de entre 10 años y cadena perpetua.