El próximo domingo 10 de septiembre, son las elecciones “primarias” para escoger a los candidatos a gobernadores por la oposición democrática. Debe ser un día de entusiasmo y de participación ciudadana en la escogencia de nuestros candidatos a las 23 gobernaciones del país. Luego, para octubre iremos como un solo pueblo a derrotar democráticamente el régimen en las urnas electorales.
Los procesos electorales representan la esencia misma de la participación de los ciudadanos, como poder constituyente, en la escogencia, libre y democrática, de sus representantes, poder constituido, en la esfera del poder del Estado.
Al régimen de Maduro le repugnan los procesos electorales. Hablan en nombre del pueblo y tiene miedo que el ciudadano se exprese, políticamente, en las urnas electorales. Han retrasado desde el año 2016 la elección de gobernadores, anularon groseramente el referendo revocatorio, desconocen a la Asamblea Nacional electa en diciembre del año 2015 por más de 14 millones de venezolanos. Crean un parapeto constituyente de forma inconstitucional y fraudulenta, para que le apruebe sus fechorías conjuntamente con el TSJ y el CEN.
La comunidad internacional ha reaccionado mayoritariamente contra el desconocimiento de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela por el régimen de Nicolás Maduro. El parlamento Europeo y los Primeros Ministros de los países más importantes de la Comunidad Europea han manifestado abiertamente su rechazo a la imposición de la Asamblea Nacional Constituyente por el régimen, y reconocen únicamente a la Asamblea nacional electa por el pueblo. Lo mismo hizo la OEA y Mercosur.
La Comisión de los Derechos Humanos de la OEA ha emitido un documento muy extenso sobre la violación sistemática de esos derechos por el régimen. El lunes pasado se reunía esa comisión y el dictador Maduro no asiste y manda a defender lo indefendible a su canciller.
El gobierno de los EEUU de Norte América impone sanciones económicas al gobierno, primero, por la violación sistemática del estado de derecho democrático en nuestra nación y, segundo, por el desmadre económico en que sumergieron a uno de los países más importantes en el concierto de la región latino americana. El cerco político y económico de las más importantes países del orbe sobre el régimen de maduro, le dejan un escaso abanico de posibilidades en su intención sembrar el comunismo en Venezuela.
Desde el desconocimiento del régimen a la AN en el año 2015 hasta hoy, el pueblo venezolano ha vivido, en carne propia, la más aterradora situación social y económica que se conozca desde la instauración del estado de derecho en nuestro país. Más de 120 jóvenes muertos a mansalva en nuestras calles. Hambre y colas interminables mendingando un pedazo de pan. Desnutrición infantil, desatención hospitalaria, falta de todo tipo de medicamentos, inseguridad y muerte en la calle por el hampa, bajo la mirada despótica del régimen.
El país lo convirtieron en un naco estado, bajo la protección del cartel de los soles, hoy socios inseparables del narcotráfico colombiano y mexicano. Células terroristas, por doquier, vinculadas al terrorismo del medio oriente.
Los más altos funcionarios del narco régimen disfrutan, descaradamente, de la fortuna que han amasado en los más sofisticados paraísos fiscales, de negocios sucios y de placer sin medida. Son los mismos que ahora asoman sus rostros como candidatos a las gobernaciones venideras, entre otro.
El pueblo venezolano no puede ni debe abandonar ninguna trinchera de lucha por el rescate de la democracia en nuestro país. Por ello debemos asistir entusiastamente al proceso de escogencia de nuestros candidatos demócratas a la contienda electoral venidera. Démosle un certero golpe popular en las urnas electorales y rescatemos la patria del comunismo aterrador.
Econ. Nelson A. Pérez Valdivieso.
Miembro del Secretariado Nacional de Movimiento Progresista de Venezuela. MPV.
@nelsonperezv