Las mañanas del cuarto día hábil de la semana son ideales para un encuentro sexual fogoso gracias a un fenómeno hormonal. Qué es lo que sucede
No todos los días de la semana -especialmente con un trabajo tradicional de lunes a viernes- nos sentimos de la misma manera. Los lunes, cuando es lógico que cueste arrancar, y la expectativa por los días de descanso que generan los viernes sin duda modifican el humor.
Además, todas estas emociones también impactan de diferentes maneras en la salud. Por ejemplo, según el British Medical Journal, la probabilidad de sufrir un ataque al corazón aumenta un 20 por ciento el lunes a causa de los excesos del fin de semana y el estrés que se produce al tener que regresar al trabajo, con mayor impacto en el caso de quienes están a disgusto en su ámbito laboral.
Pero si el comienzo de la semana hábil pasa sin mayores sobresaltos, el martes será ideal para enfocarse en crear y trabajar. De hecho, en una encuesta sobre salud realizada años atrás por la consultora británica GFK los empleados y ejecutivos consultados confesaron que tenían la menor cantidad de relaciones sexuales ese día.
Los miércoles, sin embargo, parecen ser el mejor momento para tener una cita nocturna que termine a la mañana siguiente. Según reveló un estudio de la London School of Economics and Political Science, en Reino Unido, el jueves es cuando las hormonas de hombres y mujeres están mejor sincronizadas. Por este motivo, este día se transforma en la ocasión propicia para tener relaciones sexuales.
Pero el momento de la semana perfecto es incluso más específico. De acuerdo con la investigación, durante las primeras horas de la mañana, al igual que se eleva la testosterona alcanzando su máximo potencial, los niveles de estrógeno en las mujeres se multiplican por cinco. Incluso creen que esto probablemente se relacione con el “relax” anticipado al fin de semana.