A lo largo y ancho del país se observan los preocupantes niveles de pobreza y desnutrición que afectan a la gran mayoría de los venezolanos, se hacen evidentes en casi todos los sectores sociales de la población siendo más notorios en el E, D y C, que conforman el 85% de las familias. Los cuales se consideran que ya están en niveles de pobreza, que van desde la extrema con un consumo de alimentos de menos del 50% de la necesaria, a la de un 80% de esos requerimientos. Es el resultado de tener ingresos familiares que están por debajo del costo creciente de las necesidades de alimentarse adecuadamente.
Antes el sector C se consideraba de los que tenían los recursos necesarios para adquirir el total de sus alimentos, siendo considerado solo los E y D de la población con ingresos por debajo del valor total de la canasta alimentaria. Hoy el costo de esta se acerca aceleradamente a 1.5 millones de bolívares, dejando a un 85% de los Venezolanos por debajo de ese nivel del total de sus ingresos familiares al mes, esto les imposibilita disponer de los recursos necesarios para comprar sus alimentos más esenciales.
Lo cual nos indica las causas por la que la casi totalidad de los Venezolanos han perdido su capacidad de alimentarse adecuadamente. Estimándose que un 50% de las familias consumen menos de la mitad de los mínimos requerimientos nutricionales, un 20% entre 50% y 65%, el otro 15% consume entre el 65% y 80% de esos promedios, lo cual nos indica que apenas un 15% consume las cantidades necesarias nutricionales esenciales establecida por los organismos internacionales como la organización mundial de la salud (OMS).
La FAO nos ubica en los países con elevados niveles de hambre (13%) el segundo más alto en el Continente Americano solo Santa Lucia nos supera con 15%. Lo cual nos indica la gravedad de los niveles de desnutrición existentes.
Es angustiante ver los efectos que causa en la población la falta de consumo de alimentos básicos como: carnes, pollo, pescado, queso, leche, pastas alimenticias, huevos, embutidos, margarina, harinas de maíz y trigo, aceite vegetal, caraotas, arroz, etc.
Lo observamos en los niveles de desnutrición que se hacen evidentes en las condiciones físicas de los venezolanos, donde se estima que hay una pérdida de peso entre un 5% y 20% en las personas por falta de alimentación adecuada, según las evaluaciones realizadas por las organizaciones especializadas en realizar estos diagnósticos. Son notorias las afectaciones de salud causadas en sectores de la población, sobretodo en niños y adultos mayores, tal como lo han anunciado voceros médicos y nutricionistas.
Las razones fundamentales de este crecimiento en los niveles de pobreza y desnutrición están en los crecientes costos de los alimentos, como resultado de los elevados niveles inflacionarios que tenemos en el país, donde se observa el aumento de hasta un 1.000% de su precio en los últimos 3 años. Lo cual se ha convertido en la principal limitante que se tiene para poder adquirir estos alimentos esenciales en nuestra dieta.
En el tiempo que se llevan estadísticas sobre índices sociales, se consideran los actuales como los más bajos que hemos tenido en nuestra historia petrolera, estando ubicado Venezuela en el continente dentro de los 2 países con los menores niveles de consumo de alimentos esenciales, a pesar de seguir siendo de los 5 primeros con mayores ingresos en dólares por explotación de recursos naturales (petróleo).
Nota de prensa