Juan F. Bermúdez: La ultima oportunidad de sembrar el petróleo

Juan F. Bermúdez: La ultima oportunidad de sembrar el petróleo

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Mientras en Venezuela la resistencia estaba defendiendo a escudo y piedra el futuro del país, la posibilidad de un cambio me llevó a pensar en las dificultades que tendrá que enfrentar la economía nacional en el contexto de los próximos 20 años.

Al ser víctimas de una “revolución” que vendió sueños de igualdad y progreso pero entrego todo lo contrario, incluyendo la destrucción del aparato productivo de la nación, se avecinan tiempos decisivos en materia económica.





Es de magna importancia entender que no es que debemos sembrar el petróleo como lo dijo el ilustre Arturo Uslar Pietri, estaremos forzados a sembrarlo para enfrentar los cambios económicos y tecnológicos que están sucediendo a nivel global. No habrá lugar para un país mono-productor, con un sistema educativo basado en las necesidades de la revolución industrial.

¿Por qué la ultima oportunidad?

En toda la historia petrolera de Venezuela, nunca ha sido tan inminente la necesidad de diversificar el aparato productivo. Una de las señales más tangibles es la proliferación de vehículos eléctricos, especialmente éxito continuo de Tesla, una empresa automotriz, que hace no tantos años se tildaba como un antojo de su “iluso” fundador Elon Musk, pero que ahora domina la categoría de sedans de lujo con más de 30% en mercado Norteamericano.

El éxito de Tesla está acelerando la adopción en el mercado mundial y empujando a los titanes de la industria automotriz hacia carros eléctricos e híbridos. En Francia el Ministro de Ambiente anunció en Julio del 2017 que los motores de combustión interna estarán prohibidos a partir del 2040. Volvo anunció que para el 2019 sólo producirá carros eléctricos o híbridos, dejando el motor de combustión interna como pieza de museo.

Este mismo cambio está sucediendo en China, donde el gobierno está invirtiendo más de $130 billones de dólares en fuentes de energía renovable, y estas inversiones se estará efectuando antes del 2020. Más impactante aún es que China anunció en este mes de Septiembre que también prohibirán la venta de vehiculos de combustion interna, siguiendo a Inglaterra y Francia que ya tienen pautada esta restricción para el año 2040.

Al observar que China y EE.UU. representan 60% de nuestra demanda petrolera, es preocupante pensar en el impacto a la economía venezolana en su estado actual. Aún peor es tomar en cuenta que una baja en la demanda petrolera a nivel mundial hundirá el precio de un barril de crudo.

Cualquiera que observe las proyecciones tradicionales, que incluyen las de OPEC, Exxon, BP y la IEA, me calificarían de alarmista, ya que todas estas organizaciones prevén un incremento en demanda sostenido por más de 30 años debido al crecimiento de la clase media a nivel mundial.

Demanda petrolera a nivel global en millones de barriles diarios. Fuente IEA/Bloomberg

Pero estas proyecciones usualmente no toman en cuenta el impacto de cambios trascendentales en tecnología y en un mercado global donde aproximadamente 60% de la demanda es generada por el sector de transporte, Tesla puede ser a PDVSA y Exxon lo que Apple fue a Nokia y RIM.

Mercado global de telefonos mobile desde el 2008 a mediados del 2013 . Fuente: Gartner

Además de la proliferación de vehículos eléctricos también están los avances en eficiencia, esto incluye el uso de vehículos autónomos, análisis de data e inteligencia artificial sumado finalmente a la utilización de servicios de autos compartidos (Uber, Lyft, Careem, etc.) que ya están contribuyendo a la reducción en tráfico.

Finalmente, el cambio a fuentes alternativas para combustible también tendrá un impacto dramático en la demanda petrolera. Ejemplos como Royal Dutch Shell Plc, la empresa de energía más grande de europa está apostando a carros de hidrógeno. Aerolíneas que quieren reducir emisiones de CO2 pero no pueden depender de motores eléctricos, están mirando hacia biocombustibles y empresas como Coca-Cola que están dejando el plástico para utilizar biomateriales, disminuyendo a la demanda global un estimado de 13.5 millones de barriles diarios para el 2040. En este contexto, las proyecciones de demanda petrolera son radicalmente diferentes.

Proyecciones ajustadas en la demanda petrolera global, en millones de barriles diarios. Fuente IEA/Bloomberg

Siendo este el caso, las próximas dos décadas serán decisivas para Venezuela. Podemos seguir el camino rentismo, improductivo y patriarca, condenando el país a estragos económicos o podemos ser decisivos en cuanto realizar un transformación económica que maximice las oportunidades de éxito a las futuras generaciones de venezolanos en el mercado global.

Y ¿dónde sembramos?

Cuando Arturo Uslar Pietri planteó sembrar el petróleo, hizo énfasis en la necesidad de reinvertir las ganancias en modernizar el área agrícola y revitalizar el aparato productivo nacional. Hoy en día el enfoque debería ser el mismo pero adaptado a la era de la información y el contexto globale donde como venezolanos tendremos que competir.

Los objetivos de la re-inversión petrolera deben ser cuantificables. Esto permitirá a los órganos del estado, instituciones independientes y la población general auditar el progreso.

Tomemos a Noruega como ejemplo, un país que sigue hasta hoy en día haciendo uso productivo de su industria petrolera. Y según el banco mundial tiene una renta per-cápita 6 veces mayor a la de Venezuela.

Fuente: Diario El Español

En Noruega se estableció un fondo de ahorro para afrontar posibles bajas de demanda petrolera y la reinversión de la renta. Irónicamente uno de los usos actuales es financiar la adopción de vehículos eléctricos y lograr su propia independencia de combustibles fósiles. Suena contradictorio que un país con una economía impulsada por el petróleo dedique los recursos generados por ese producto a minimizar la propia demanda interna del mismo.

Pero el país nórdico entiende que es un recurso finito, sujeto al mercado global y se está preparando para un mundo con poca demanda petrolera. Noruega a diversificado su economía, tiene una fuerte inversión a nivel social que ha sido efectiva y es solo uno de los ejemplos de los cuales podemos adaptar ideas para nuestra propia emancipación económica.

No soy economista, por lo cual, la tarea de escribir un plan de inversión está fuera de mis capacidades y estoy seguro que habrán otros venezolanos mejor calificados para definir soluciones específicas. Pero si me atrevo a opinar que hay tres áreas cruciales para alcanzar la estabilidad económica.

Salón de clase en un liceo de Caracas. Foto: AP/Ariana Cubillos

1. Educación

Tomando en cuenta la línea de tiempo que establecen las proyecciones presentadas, estamos justo a tiempo para brindarle la oportunidad la primera generación de venezolanos que participarán en una economía post-rentista, una oleada de mentes libres de la dependencia petrolera. Pero para lograr ese objetivo, la educación primaria a nivel nacional tiene que ser una prioridad.

Aunque en nuestro país se estableció la educación gratuita y obligatoria a todos los ciudadanos desde 1870, sería una osadía decir que todos los venezolanos en los últimos 60 años han tenido acceso a una educación pública de calidad, especialmente a nivel pre-universitario.

Es primordial preparar la nuevas generaciones para un nuevo contexto económico, donde el internet, la automatización, inteligencia artificial y dispositivos móviles están transformando el mercado laboral a lo largo de varias industrias, lo que trae un nuevo paradigma a nivel educativo. El aprender no debe ser basado en memorizar hechos, datos y fórmulas, sino en preparar las nuevas mentes en cómo navegar y maximizar el uso del mar de información y las herramientas disponibles.

La infraestructura en cuanto a centros de educación, el talento humano a nivel docente y administrativo en conjunto con un curriculum integral alineado con las realidades de nuestro país y la economía global son los tres pilares fundamentales para una verdadera reforma educativa.

2. Seguridad y Sistema Penitenciario

Los venezolanos tenemos décadas siendo víctimas del crimen. Y no solo hago referencia a los millones de venezolanos que han sido asaltados, secuestrados o asesinados, también tenemos millones de venezolanos que han sido privados del derecho a la salud, educación y otros servicios públicos por la malversación de fondos del estado.

La idea de eliminar la inseguridad a través de una mejora en cuanto a cuerpos policiales, constituye otra promesa vacía que no soluciona el problema, siendo optimista, solo minimizaría síntomas de un cáncer que afecta la nación.

Se puede asumir que el origen de la inseguridad está directamente relacionado al ambiente en el cual crecen muchos jóvenes venezolanos, la falta de oportunidades económicas, el deterioro de las instituciones policiales, la ineficiencia del sistema judicial y un sistema penitenciario que no reforma ciudadanos.

La formación de fuerzas policiales dotadas para luchar contra el crimen de forma efectiva, con una preparación adecuada es solo una parte de la solución. En Venezuela miles de detenidos esperan ser procesados por un sistema que brilla por su incapacidad y que más bien termina promoviendo la delincuencia.

Alejandro Betancourt López – Derwick Associates

3. Modernización y Transparencia a nivel gubernamental

La impunidad e indiferencia en cuanto a corrupción son un ancla al tercermundismo. Desde la forma en que se financian campañas electorales hasta como administran licitaciones del estado, no existe la transparencia ni sistemas de control, lo cual a llevado a un saqueo sin precedentes de recursos del estado.

Esta corrupción no está limitada a la “Revolución Bolivariana”, de hecho se puede decir con bastante seguridad que años de corrupción desenfrenada dieron espacio al mensaje populista de Hugo Rafael Chavez.

Solucionar este problema me parece extremadamente complicado, pero a lo más mínimo una inversión en digitalizar procesos de auditoría, con acceso público para que cualquier ciudadano pueda validar la ejecución de inversiones públicas en conjunto con los procesos para reportar, investigar y procesar anomalías en las mismas.

La transparencia y sistemas de control serán en vano si no hay una reforma al sistema judicial, garantizando la estricta implementación de sanciones a ciudadanos y/o empresas que malversen fondos públicos o no cumplan con contratos del estado.

Queda poco tiempo

Mientras el narco-régimen sigue en el poder y la oposición sigue con las manos atadas, buscando como lograr un cambio, no está demás que formulen propuestas concretas para el futuro del país.

No es suficiente que repitan la consignas progreso, cambio, libertad, futuro, juventud, democracia etc. El mercado global no les va dar espacio para generalizaciones ni planes subjetivos.

Tampoco va funcionar que se rodeen según afiliaciones de partido o que sigan participando en el nepotismo que contribuyó a la situación actual. Busquen las mentes venezolanas más brillantes y armense para una segunda batalla donde Venezuela dependerá de la eficiencia y la innovación en un mercado global que está cambiando a un paso implacable y no espera por nadie.

Y finalmente, a los que están en el exilio. No nos queda mas que Estudiar, aprender, absorber todo lo que se pueda de los países que nos recibieron. Capaz un día se dé la oportunidad de volver a construir país y sembrar petróleo.

Publicado originalmente en Medium

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Juan F. Bermúdez es venezolano, tecnólogo y empresario de publicidad