Vicente Brito, presidente de la Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución, precisa que en los últimos meses se han realizados anuncios por parte de distintos voceros oficiales de que tenemos mejoras sustanciales en la calidad de vida, “gracias” a los varios programas implementados por los distintos organismos oficiales responsables de su ejecución y puesta en marcha. Sin embargo, esta no se ve.
“Lamentablemente cuando evaluamos los últimos 20 meses transcurridos entre el 2016 y 2017, nos encontramos que son el lapso de tiempo en los cuales se ha acentuado la mayor caída en nuestra calidad de vida, desde las limitantes ocurridas durante la segunda guerra mundial (1939 al 1945), que el país vivió cuando fue afectado por los racionamientos causados por las dificultades para importar buena parte de los productos esenciales que consumíamos, al encontrarse afectada Venezuela por el conflicto bélico que paralizo buena parte del comercio mundial”, detalla.
Explica que lo mismo sucede ahora por la “preocupante” caída a un mínimo de las importaciones esenciales, esta vez no por causa de un conflicto bélico, sino por la crítica situación económica y financiera en la cual se encuentra el país, causadas, según sus declaraciones, por el manejo manirroto de los grandes recursos obtenidos por venta de petróleo, así como por los elevados pagos en dólares que se han tenido que realizar a nuestra injustificable deuda externa por la amortización de capital e intereses, que han consumido buena parte del ingreso petrolero y de las reservas en $ del Banco Central.
“Lo cual ha reducido más aun el suministro de los dólares a las empresas para el pago a sus proveedores internacionales o para importar materia prima, maquinarias, equipos o repuestos. Lo corrobora la limitada capacidad para fabricar por parte de la industria nacional, la cual se demuestran en las cantidades que se producen en: alimentos, medicinas, vehículos, calzado, ropa, electrodomésticos, etc”, agrega.
También dice que las importaciones las realiza en su casi totalidad el Gobierno Nacional utilizando el dólar preferencial de Bs 10. “Preocupa que buena parte se destine para la compra de productos terminados que se pueden producir en el país. Lo cual no se justifica por la capacidad ociosa que tiene la industria nacional, ya que de importarse la materia prima para ser procesada aquí, se ahorraría montos sustanciales en $ y a la vez generaría miles de empleos que se tendrían al ser producida en el país”, sostiene.
Asegura que casi totalidad de estas importaciones de productos terminados son distribuidas por los organismos públicos directamente, sin que estas puedan ir al sistema de distribución nacional público y privado para beneficiar a todos por igual.
La principal razón del deterioro de la calidad de vida, según Brito, estaría relacionada a la escasez creciente, que se observa en casi todos los productos esenciales para el consumo de las familias, así como su permanente aumento de precio, ambas causadas por estas razones:
1. La política oficial de control de cambio excluyente que limita las importaciones para cubrir buena parte de nuestras necesidades de consumo.
2. Crecimiento de la masa monetaria por parte del Banco Central, para garantizarle al Gobierno con la emisión de billones de bolívares en dinero inorgánico, los recursos necesarios para sostener el creciente gasto público, causa principal de la hiperinflación en la que nos encontramos.
3. La semi paralización del aparato productivo nacional ocasionada por la toma de tierras y empresas privadas, que en manos públicas producen nada o poco. A pesar de los grandes programas de producción públicos anunciados y de la inmensa masa de recursos asignados y consumidos.
“Razones principales que comprometen al Gobierno de las grandes calamidades que nos afectan. Al ser estas las responsables de nuestro deterioro en calidad de vida y de la crisis social que nos arropa, observados en los elevados niveles de pobreza y bajo consumo principalmente de alimentos que tenemos”, finalizó.
Nota de prensa