José Alberto Olivar: Bernal y las mentiras de Chávez

José Alberto Olivar: Bernal y las mentiras de Chávez

José Alberto Olivar

 

“La lengua es el castigo del cuerpo”, señala la conseja. Y el archiconocido funcionario chavista, Freddy Bernal, lo puso de manifiesto en un conocido programa de opinión al que acudió orondo a defender la más reciente “conejada” del régimen. Entre las muchas cosas que vertió en la pantalla, estuvo la osadía de salirse del guión oficial que el mismísimo Hugo Chávez, dispuso como último lineamiento a cumplir por sus adeptos: “Tenemos Patria, que nadie se equivoque”.

Pues Freddy Bernal, se equivocó o tal vez no fue así. Cuatro años parecen suficientes para que el legado del finado Chávez luzca marchito, hasta el punto que llamó la atención el escaso empleo de su figura, en la fraudulenta convocatoria y elección constituyente. Chávez ya no fue el elemento central. Como todo muerto, sus deudos políticos, siguieron con sus propias vidas defendiendo la parcela de poder y bregando ilícitos para acrecentar sus proventos mal habidos.

Freddy Bernal, en alusión a las sanciones emitidas por la Casa Blanca, soltó una perla que no tiene desperdicio: “la amenaza del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump… es la mejor oportunidad para librarnos del modelo rentista y dejar a un lado la dependencia de  EEUU”.

¿Qué significa lo dicho por Bernal? ¿Qué simplemente Chávez fue un grandísimo mentiroso? ¿Qué le mintió una y otra vez a sus seguidores, afirmando que Venezuela se había liberado del imperialismo yanqui? ¡Y entonces! ¿Acaso no tenemos patria?

La revelación de Bernal, tal vez muy propio de su peculiar facundia política, revela por segundos, lo que la gran mayoría de los venezolanos ya sabemos. Estos diecicoho años de gobierno chavista, ha sido una descarada mentira continuada. Llegaron al poder a costa de la decepción de un grueso de electores que buscaban un “vengador” que solucionase todos sus problemas. Sin caer en cuenta que aquel arrebato de rabia y frustración, nos llevaría a caer en las garras de un proyecto hegemónico militarista que hoy nos tiene a todos secuestrados.

Casi dos décadas lleva este régimen vociferando palabras huecas sobre independencia, soberanía, patria, antimperialista, pero el petróleo seguía fluyendo hacia los Estados Unidos sin interrupciones. Pero lo reprochable no es eso, sino los descarados devaneos de los jerarcas nuevo ricos del chavismo gobernante que plácidos recibieron dólares preferenciales, viajaban al imperio mismo a pasar sus casi ilimitadas tarjetas de crédito y adquirir propiedades en la tierra del supuesto enemigo jurado de Venezuela.

Lo que salpicó Bernal, bien le pudiese valer la aplicación de una medida de “traición a la patria”, muy al gusto de fanáticos y oportunistas chavistas. Por su puesto el hacha de la revolución no será activada, siempre y cuando Freddy no salte la talanquera. En el supuesto negado que eso ocurriese, los esbirros de la dictadura estarán listos para trasmitir en vivo por los medios oficiales el ropero y otras veleidades del  nuevo traidor.

 

 

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