Venezolanas recurren a la práctica de vender su cabello en dólares para poder costear las necesidades de su familia. La crisis económica que atraviesa el país es tal, que las mujeres han tenido que sacrificar un símbolo de belleza y femineidad para sobrevivir.
Crismary González, habitante de la ciudad de Maracaibo, cuenta cómo le sacó provecho a su lacia cabellera para alimentar a sus cuatro hijos.
“He llegado a vender mi cabello para comprarle comida a mis hijos, le he vendido dos veces y vendí el de mi hija también que tiene ahora 14 años”, expresó.
Anaís González , una joven venezolana de apenas 14 años decidió recurrir a las tijeras, para aportar dinero a su hogar. “De repente a mi mamá, mami voy a cortarme el pelo y darle a ustedes de comida”.
Los mechones de pelo son negociados en salones de belleza, dónde pagan alrededor de 500 mil bolívares y lo utilizan para realizar extensiones.
Nota tomada de NTN24