El exmilitar de origen puertorriqueño Esteban Santiago, acusado del ataque perpetrado el pasado enero en el aeropuerto de Fort Lauderdale (EEUU), en el que murieron cinco personas, dejó de tomar la medicación prescrita contra la esquizofrenia, dijeron este jueves sus abogados, reseñó EFE.
El acusado, que se declaró no culpable de los 22 cargos que enfrenta, empezó a espaciar las dosis y luego a dejar de tomar los fármacos prescritos en prisión contra la esquizofrenia debido a los “terribles dolores” y efectos colaterales que le producen, informa el medio local Sun Sentinel.
Sus abogados defienden que, no obstante, el acusado se halla mentalmente competente para afrontar el proceso judicial que de manera tentativa se iniciará en enero próximo, de acuerdo al rotativo.
Santiago, de origen puertorriqueño, llegó el 6 de enero pasado a Fort Lauderdale, al norte de Miami, desde Anchorage (Alaska) por vía aérea, recogió su equipaje y sacó de una bolsa un arma semiautomática con la que disparó a la gente que esperaba sus maletas en una sala, según mostraron los vídeos de las cámaras de seguridad.
Cinco personas resultaron muertas por los disparos de Santiago, quien fue detenido sin oponer resistencia a los pocos minutos y luego se declaró no culpable de los cargos que se le imputan, ninguno de ellos relacionados con terrorismo.
El exmilitar, que estuvo destinado en Irak dos años y tiene antecedentes de trastornos psicológicos, compareció este jueves en un juzgado federal en Miami.
Los abogados del acusado señalaron que el huracán María, que ha devastado Puerto Rico y mantiene a oscuras a una buena parte de la isla, podría afectar la preparación de su defensa, debido a la imposibilidad de contactar con potenciales testigos que residen en el lugar de origen de Santiago.
En marzo pasado, la jueza Beth Bloom determinó que Santiago está “mentalmente enfermo”, pero que no es incompetente para enfrentar un juicio y ayudar en su defensa.
Hasta el momento, la Fiscalía no ha encontrado evidencia de que el ataque que perpetró estuviera relacionado con el Estado Islámico (EI), pese a que el acusado en una de sus primeras versiones dijo haber estado inspirado por ese grupo terrorista.