Gobierno, política económica y democracia, por Nelson Pérez

Gobierno, política económica y democracia, por Nelson Pérez

Nelson A. Pérez
Nelson A. Pérez

El gobierno insiste en la profundización del socialismo del siglo XXI, ahora crea otra empresa para coordinar todo el “proceso productivo” de las denominadas “empresas de producción social”, que se dedican a la actividad agropecuaria y procesamiento de alimentos. Una copia al carbón de la economía cubana. Lo poco que producen en bienes y servicios es controlado por la cúpula política de la isla. En Venezuela la bandera de ese adefesio político está representado en los CLAP, este instrumento de política económica socialista afianza su estrategia a través del llamado Carnet de la Patria. Instrumento de control social a través del cual tienen toda la información de quien eres, tu familia, tu entorno, cuentas bancarias, etc. Es una nueva forma de esclavitud en donde el Estado no te permite actuar por iniciativa propia, sino que poco a poco va interviniendo toda tu vida privada, mediante procesos selectivos y colectivos de control social.

La política salarial controlada por el régimen está planificada para que en el mediano y largo plazo todos ganemos lo mismo. Es decir aplicar una política de nivelación social: todos ganan lo mismo, todos comen lo mismo, todos visten lo mismo, etc. y por tanto todos piensan igual.

Para lograr su objetivo el Estado Socialista debe actuar como un solo bloque en: control de lo político, control de las instituciones del Estado, control económico y financiero de la actividad productiva, control ideológico de la educación, control de la salud, control de la institución electorales, control de la “justicia”, control del estamento militar, etc.





Para lograr su estúpida utopía el régimen cuenta con el único motor que les permite realizar tal pesadilla: La Industria petrolera y las divisas que ella genera. Es decir, imponer desde el Estado la ideología socialista a través de la manipulación financiera del ingreso petrolero en todos los niveles de la sociedad: el sector productivo, comercio y servicios a través del control de cambio, el sector financiero a través de la banca del Estado que hoy representa el 60% del sector financiero, el sector agroalimentario a través de las empresas de producción social (CLAP), el control, por parte de régimen, en la distribución de la comida y vestimenta para el pueblo, el trabajador a través de la imposición del salario de subsistencia, el sector educativo como inoculador, desde temprana edad, del adefesio socialista en niños y adultos, el Arco Minero para el control del oro, piedras preciosas, coltran, etc.

Además del control absoluto sobre la economía y el pueblo venezolano, el chavismo se plantea que Venezuela debe ser un poderoso instrumento para la expansión del Socialismo del Siglo XXI en toda Latinoamérica, el Medio Oriente y Europa.

Con la chequera en mano, crean Petrocaribe, adosando a esos pequeños gobiernos caribeños, las decisiones que en materia de geopolítica modula el régimen cubano para Sur América y el Caribe. Financian al partido Podemos español, financian células terroristas en el Medio Oriente, etc.

Toda esta geopolítica tuvo su máximo esplendor desde 1.999 hasta el año 2015, cuando los inmensos ingresos petroleros permitían el financiamiento de esa estrategia.

Indudablemente esa prosopopeya chavista está inmersa en corrupción, desgobierno, narco tráfico, chulería y el despotismo como bandera del anti imperialismo.

A partir del año 2015, caen precipitadamente los precios del petróleo y con ello la chequera chavista para financiar su desmadre ideológico.

Que le quedo entonces de esa proeza nauseabunda de Socialismo del Siglo XXI:

1. La industria petrolera que es el músculo financiero indispensable para la ejecutoria de sus felonías utópicas. Producía para el año 1.999 aproximadamente 3 millones 400 mil barriles de petróleo/día, y era la tercera industria petrolera más importante del mundo. Hoy produce un millón 800 mil barriles diarios de petróleo, es decir, un millón 600 mil barriles menos de petróleo, e importamos más de 100.000 litros diarios de gasolina cuando antes éramos un sólido exportador de combustible. Se les agotó la chequera con que compraban gobiernos, partidos políticos de izquierda, financiar terrorismo, etc. Su influencia en el mundo del despotismo se desinfla drásticamente.

2. Con la caída de los ingresos petroleros, la inmensa deuda externa contraída (250.000 millones dólares) comenzó a ser inmanejable, y la política de correr la arruga financiera, es decir emitir nueva deuda para financiar la deuda vencida, es su única alternativa. Con el agravante, ahora tiene que acudir a los financistas buitres, que pululan por el mundo en busca de naciones quebradas, para comprar títulos valores basura, como los venezolanos, muy por debajo de su valor real y con interés altísimos, además de imponer cláusulas contractuales que limitan drásticamente la posibilidad de maniobras para el refinanciamiento: nuevos plazos de la deuda, nivel de rendimiento de los títulos, políticas de descuento, condonación de deuda, etc. es decir, te ponen al borde del default. Esa política financiera de guillotina a la que llegó el régimen en su desespero por dinero fresco, define el alto riesgo país, por no tener en el mediano y largo plazo flujo financiero (flujo de cash) para cumplir con sus obligaciones de deuda. A eso súmenle que la destrucción del aparato productivo interno, con las políticas de expropiaciones y acoso a la propiedad privada, no aporta nada para el flujo de caja en divisas. Por el contrario la sequía de dólares para el impulso industrial, ha dejado al aparato productivo nacional operando con menos del 30% de su capacidad instalada.

3. La falta aguda de divisas, la inoperancia del sector productivo privado, la imposibilidad de importar masivamente los productos de la cesta básica alimentaria, la generación de dinero inorgánico para cubrir gastos básicos del Estado, los incrementos salariales sin la contrapartida productiva, el exceso de liquidez en la economía, etc. han provocado que tres elementos nefastos de la economía doméstica se hallan juntados para generar un marasmo de dificultades sociales difíciles de sortear y sostener: Escasez de alimentos, escasez de dinero en efectivo e híper inflación a la vuelta de la esquina. A toda esta esquizofrenia ellos la llaman “Guerra Económica”. Como el avestruz meten la cabeza en tierra para no ver la barbarie que han creado y buscan a quien culpar por sus fechorías.

4. En lo interno del país, ese socialismo trasnochado nunca caló en el espíritu y alma de la mayoría del pueblo venezolano, sus rezagos se concentran en un sector de la población (los más desposeídos), excluidos del régimen que subsisten con las dadivas del Estado, amén de los enchufados por razones obvias. Las bandera de la inclusión, el nacionalismo, el anti imperialismo, la Venezuela potencia, bla, bla, bla, son el arma que el chavismo utiliza para dividir al pueblo entre escuálidos y revolucionarios, sacándole provecho político a la pobreza en vez de resolviéndola, por el contrario la agudizaron. Al final la culpa es de la burguesía apátrida.

5. La política doméstica dio un giro de 180 grados a partir del año 2015. El régimen después de tener bajo su control la Asamblea Nacional como músculo político durante 14 años, donde promulgaron un sinfín de leyes inconstitucionales, entre ellas, la de imponer el poder comunal, que fue rechazado por el pueblo en referendo del año 2007. Recibe su más importante revés político al perder en forma abrumadora el control de ese importante pulmón social. El régimen se dio cuenta que había perdido el apoyo mayoritario del pueblo. De Allí en adelante comienza un proceso de pugna política en donde el régimen huye, despavorido, a cualquier iniciativa de la oposición tendente a medirse electoralmente. Posponen, permanentemente, las elecciones de gobernadores, Asambleas legislativas, Alcides y Concejales pautadas para diciembre del año 2015. Abortan bajo la figura de un adefesio jurídico el referendo revocatorio al Presidente de la República, encarcelas a líderes políticos de alta relevancia, inhabilitan a otros. En abril del presente año arremeten brutalmente contra el pueblo, que pacíficamente manifestaba exigiendo elecciones y salida de Maduro con saldo de más de 130 jóvenes muertos, baleados, desaparecidos, presos políticos, bombas lacrimógenas, etc.

6. Al perder la Asamblea Nacional, se inventan otro pulmón político, la ANC, la cual imponen inconstitucionalmente y en forma fraudulenta. Este instrumento es rechazado por la mayoría del pueblo venezolano, las más importantes organizaciones de la geopolítica regional y mundial no la aceptan. Mercosur, OEA, ONU, parlamento Europeo. El régimen, en resumen, tiene dos pulmones uno político sin caja de resonancia la ANC, otro económico PDVSA, destruido técnica y financieramente. Un escenario de hambre y desolación donde el pueblo se debate entre escasez, falta de dinero, hiperinflación, falta de medicamentos, inseguridad personal. Cabe aquella temeraria frase de Chávez; “no importa que andemos desnudos que pasemos hambre, lo que importa es el socialismo”.

7. El musculo internacional de la geopolítica democrática pasó de la actuación política a la aplicación de sanciones económicas, apoyándose en la violación sistemática de los derechos humanos, la violación de los derechos políticos y la probabilidad del default financiero del país al cumplir con sus obligaciones financieras, el riesgo país es muy alto, según las calificadoras. La posibilidad del régimen para conseguir dinero fresco se circunscriben prácticamente a Rusia y China, naciones a las cuales le deben hasta el alma.

El 15 de octubre está planteada la elecciones de gobernadores, el régimen recibirá una derrota aplastante y se abrirán nuevos horizontes en la reconquista de la democracia.

Econ. Nelson A. Pérez Valdivieso.
Miembro del Secretariado Nacional de Movimiento Progresista de Venezuela. MPV.
[email protected]
@nelsonperezv