Juan Silva, de 61 años, y Susana Aguilar, de 59, se divorciaron hace más de tres décadas en la provincia de Santa Fe. Se habían casado cuando aún eran adolescentes y durante el tiempo que fueron pareja tuvieron tres hijos. Sin embargo, la rutina hizo mella, la relación no funcionó como pensaban y cada uno tomó su camino, reseña Infobae.
Sin embargo, la historia de amor de este matrimonio está lejos de terminar y para sorpresa de muchos, incluida su familia, este viernes volverán a casarse. “Se divorciaron en su momento y hace un mes estábamos comiendo todos un pollo al disco y nos dimos cuenta que él se estaba quedando a dormir en la casa de ella porque todos estamos en pareja y ya no nos quedamos con mamá”, dijo uno de los hijos a Cadena 3. “Quisieron volver a formalizar y se casan mañana por civil en Rosario”, precisó y al respecto dijo: “Nos sorprendió el hecho de volver a casarse”.
Ya separados, Juan y Susana mantuvieron siempre una buena relación y el contacto nunca se perdió. En el medio cada uno tuvo otras parejas, aunque siempre estaba la presencia tácita del otro. Cada vez que el hombre se cruzaba con su ex mujer y le presentaba su nueva compañera la frase siempre era la misma: “Menganita, te presento a Susana, mi señora”.
Así lo contó Susana en diálogo con La Capital de Rosario, quien relató cómo se separaron en su momento. Según dijo, Juan había conocido a otra mujer en el trabajo y le pidió que se separaran. “Fue duro, pero nunca le cerré la puerta porque sus hijos lo necesitaban. Y aparte porque me puse a pensar que hubiera pasado si me hubiera tocado a mí”, comentó.
Se conocieron cuando Silva cuidaba a un familiar de Susana. Ella venía de Reconquista y él de Goya. “Me pareció un buen muchacho, trabajador. Nos conocimos y nos quisimos casar. Pero teníamos problemas porque éramos chicos, yo tenía 16 y él 18. Nos terminamos casando en Fighiera con la autorización de nuestros padres”, señaló. Después nacieron Mauro, Yanina y Juan Pablo, pero la relación no anduvo y se divorciaron.
“El siempre quiso volver. Y se ve que las cosas se fueron dando. Hace unos años, a mi hijo más chico se le incendió la casa, donde estaba viviendo Juan, que se quedó si nada, ni ropa, ni documentos, todo perdió. Entonces mi hijo me dijo que si no lo dejaba que fuera a vivir conmigo. Yo accedí…”, contó Susana.
La mujer de 59 años aclaró que el cariño entre ambos siempre existió y que Juan siempre la piropeaba. “Me decía que estaba muy linda. A todo eso íbamos a todos lados, viajábamos mucho, salíamos. Y un día, mientras estábamos en casa, le dije que se iba a morir y que no me iba a dejar nada. Enseguida saltó y me dijo ‘pero no negrita, si estoy enamorado de vos’. Y me volvió a pedir casamiento”, recordó.
El hombre trabaja en el Hospital Provincial y es jefe del área de lavaderos. Está terminando el secundario con un plan que implementó la Gobernación. “Ayer hubo un acto en el Hospital Centenario donde estuvo el gobernador Lifschitz y Juan fue el abanderado del acto. Una compañera iba a ser una escolta y un compañero el otro. Pero ese muchacho faltó. ¡¡¡¡Y me pusieron a mí!!!”, finalizó la mujer en medio de risas, aunque bastante tranquila a pesar del gran paso que dará hoy (otra vez) en el Registro Civil. “Lo único que pidieron (mis hijos) es que no nos besemos delante de ellos porque les da cosita”, agregó.