La tormenta tropical Nate avanzaba este viernes frente a costas del Caribe mexicano hacia Estados Unidos, donde se espera que toque tierra como huracán tras dejar al menos 27 muertos y cuantiosos daños a su paso por Centroamérica, reseñó AFP.
Hacia las 00H00 GMT del sábado, Nate se encontraba a 125 km de Cabo Catoche, en el estado mexicano de Quintana Roo, y a 125 km de la turística isla de Cozumel, según el último reporte del Servicio Meteorológico Nacional de México (SMN).
El gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín, suspendió las clases a partir de la tarde del viernes y pidió “no bajar la guardia” pues, aunque se espera que la tormenta no llegue a territorio mexicano, puede ocasionar fuertes precipitaciones.
Hasta la noche del viernes, el turístico balneario de Cancún no registraba lluvias y su aeropuerto y hoteles operaban con normalidad.
“Evita realizar actividades acuáticas, turísticas y recreativas” en Quintana Roo, advirtió Luis Felipe Puente, coordinador nacional de Protección Civil.
Nate se desplazaba a 35 km/h con vientos sostenidos de 100 km/h y rachas de hasta 120 km/h, y se espera que, tras cruzar el Golfo de México, llegue a tierra estadounidense en las primeras horas del domingo como huracán categoría 1, de las 5 que cuenta la escala Saffir-Simpson, según el SMN.
Las autoridades de Nueva Orleans (Luisiana, sureste de EEUU) decretaron un toque de queda a partir de la tarde del viernes, así como evacuaciones obligatorias y voluntarias en ciertas áreas de poca altitud, especialmente vulnerables a las inundaciones.
“Nuestra peor amenaza no es necesariamente la lluvia, sino fuertes vientos y oleajes”, dijo el alcalde de Nueva Orleans, Mitch Landrieu.
Se espera que Nate pierda fuerza tras tocar tierra y que salga de nuevo al Atlántico hacia el 10 de octubre.
El sureste estadounidense fue ya duramente golpeada en agosto por dos huracanes: Harvey, que provocó más de 70 muertos y considerables daños materiales, e Irma, que tras pasar por las Antillas alcanzó la categoría 5 y provocó 12 muertos en Florida.
Devastador paso por Centroamérica
Costa Rica, Nicaragua y Honduras, los países más golpeados por Nate, comenzaban a evaluar los daños cuando las lluvias parecían dar una tregua.
La tormenta dejó 12 muertos en Nicaragua, 10 en Costa Rica y tres en Honduras, según cuerpos de socorro y autoridades.
Además, en Costa Rica, los cuerpos de socorro buscaban a más de 30 desaparecidos mientras más de 5.000 personas permanecen en albergues.
En tanto, El Salvador registró el viernes sus primeras dos víctimas fatales como consecuencia de Nate, uno de los cuales fue sepultado en un derrumbe y el otro fue arrastrado por un río.
“México lamenta las sensibles pérdidas humanas y afectaciones tras el paso de la tormenta tropical”, indicó la cancillería mexicana a través de Twitter.
Mientras, comunidades de Costa Rica y Nicaragua continúan aisladas por la destrucción de puentes, inundación de carreteras, ríos desbordados y deslaves que arrasaron casas y caminos.
“Nos sacaron los bomberos porque estábamos ahogándonos, vivimos a orillas del río (Ochomogo). Gracias a Dios que nos ayudaron. El río se llenó y se llevó la casa, los chanchos, las gallinas, se llevó todo”, dijo a la AFP Bonavide Velázquez, una mujer de 60 años en el departamento sureño de Rivas, Nicaragua.
Velázquez fue evacuada de su comunidad con cinco familiares a un albergue de la localidad vecina de Nandaime.
En la ciudad de Cañas, en el noreste de Costa Rica, Jenny Abarca resguardaba en la calle sus enseres, que pudo sacar gracias a la ayuda de sus familiares cuando su vivienda se vio inundada por la crecida de un río.
“Salimos por nuestros medios, con mis hijos y nieto, esto es lo poco que pudimos rescatar en la madrugada cuando se nos inundó la casa”, dijo Abarca, mostrando una mesa y algunos electrodomésticos.
Dos semanas atrás el huracán María azotó varias islas del Caribe provocando muertes y desastres materiales generalizados.