Somos fieles al mandato de la soberanía popular del 16-7, exigimos la inmediata renovación del delincuencial CNE, la AN está en mora, resulta imperioso el cambio por la trampa reconocida mundialmente que parió el monstruo de la ANC fraudulenta. El pueblo encarna diariamente la rebelión popular y ratificó la destitución de Maduro, una vez que la Fiscal titular declaró el rompimiento del orden constitucional. Estamos en 350 y actuemos coherentemente.
Ratificamos la urgencia del cambio, basta de caramelos envenenados y resulta bochornoso esperar año y medio, a ver si el impresentable le da la gana de entregar. La alternabilidad ha sido proscrita por el régimen. Ante el estado de cosas catastróficas sin Estado de Derecho la salida es la transición, se hace un servicio al régimen cuando se dice que eso no está en la Constitución. Por Dios!!!!
El 13 de octubre, Dios mediante, será instalado en el exilio el TSJ designado conforme a la Constitución, en la sede de la OEA, debido a la persecución política contra los nuevos y legítimos magistrados. Con el reconocimiento internacional podrá dictar decisiones dentro de la jurisdicción universal. La aplicación extraterritorial de sus decisiones remediará la impunidad de los crímenes contra los DDHH. La Fiscal General titular o cualquier fiscal especial que designare al efecto deberían constituir sede también en la OEA, para juntando esfuerzos con el TSJ restituir el régimen de libertades e impartir justicia sobre la catástrofe humanitaria que agobia a la patria por causa de la camarilla- corrupta- narco-militar.
La alternativa democrática debe dejar bien clara su posición de no reconocer endeudamientos, inversiones que habiendo requerido autorizaciones parlamentarias previas, no hayan sido debidamente tramitadas ni concedidas. Agreguemos los sobreprecios, corrupción y abandono por parte del régimen forajido, en la ejecución de obras de infraestructura realizadas con financiamiento chino.
El menosprecio de los derechos humanos es más que profundo. El régimen restringe el acceso a derechos básicos como la salud, la alimentación y la seguridad. La grave crisis humanitaria y económica con la más alta inflación del mundo empeora cada día; mientras se acentúan las prácticas de monopolio estatal sobre los medios para mentir y emitir propaganda del régimen totalitario y represivo.
Deploramos las torturas a los familiares de los presos políticos, a quienes castigan con la práctica sistematizada de los traslados ocultos y la desinformación; lo cual contrasta con la impunidad de la que gozan los militares, policías y colectivos que disparan, matan y hieren a quienes protestan desarmados.
El narco-régimen ha dejado rastros de lavado en el mundo entero, producto de la masiva corrupción más grande de la historia.
¡No más prisioneros políticos, torturados ni exiliados!