Gisela Prada tiene una palpitación en el pecho, siente que le comienza a faltar el aire. Extiende su brazo y lo aletea para llamar la atención de Andrea, su hija. Ella al ver la emergencia llama al 171 y la respuesta es: “en el hospital no hay ambulancias”. Llena de lágrimas pide auxilio a un vecino que tiene carro y logran llegar a un centro médico a tiempo. Su mamá recibe como diagnóstico que estuvo a punto de sufrir un infarto. Consiguen estabilizarla. Así lo reseña diariodelosandes.com
Pero no todos los ciudadanos cuentan con la suerte de tener un vecino o familiar con carro y en disposición “de hacerles una carrera”. Los minutos que tarda la atención médica en llegar son vitales ante una emergencia, y en el estado Trujillo parece que no vale eso de gritar: “Llamen a la ambulancia”, como lo muestran en las películas.
Actualmente el Hospital Central de Valera “Pedro Emilio Carrillo” (Hupec) no tiene ni una ambulancia habilitada para salvar vidas. La única en existencia lleva 3 meses parada. Duró un mes operativa y sólo para viajes cortos dentro del municipio Valera, porque la repararon con repuestos de segunda mano.
Antes de esa habilitación estuvo más de 3 meses parada, lo que quiere decir que de los 10 meses que van del año 2017, sólo 2 meses ha estado operativa. Y mientras los ciudadanos hacen “de tripas corazón” para resolver con los traslados, la unidad permanece estacionada en los talleres de la Fundación Trujillana para la Salud (Fundasalud). Tiene el motor dañado.
El personal del gremio médico, quienes aportan los datos e información, solicita que no revelen sus nombres. Tienen temor a ser señalados o destituidos. Sin embargo, hasta los pacientes dan fe de la situación. No hay secretos ante la falta de ambulancias y la directora del Hupec, Norelys Tinedo, se negó a dar cualquier tipo de declaración.
Los trabajadores declaran que la lentitud en la reparación se debe a los cambios de dirección en Fundasalud y en el hospital. Pasan un presupuesto y envían proyectos de solicitud de nuevas ambulancias, pero cuando hay nuevo jefe “todo se va a las gavetas” y hay que volver a empezar. “Es igual a los cambios de gobierno”, señalan.
Delicadas consecuencias
No es sólo la escasez en medicinas e insumos, la crisis de salud también golpea en los traslados de urgencia, bien sea dentro de los mismos municipios y otros estados para practicarse exámenes, porque aquí no cuentan con los equipos necesarios, por ejemplo, para realizarse una tomografía o una resonancia magnética, que son las más solicitadas.
En el portal web oficial de Fundasalud no hay datos, dice “error” en todo lo referente a la red de salud Trujillo, gestión y estadísticas; y es una página que al mes recibe hasta 46 mil visitas, de acuerdo a su propio registro, que aparece en el inicio. No existe una información clara y visible al público.
Se observa que tampoco hay articulación para atender emergencias, pues en otros centros de salud del estado sí cuentan con ambulancias que no están a disposición del Hupec, el cual debe ser prioridad porque es el único tipo 4, con todos los servicios habilitados y que atiende la mayor demanda en todo el estado Trujillo. Incluso presta apoyo a las zonas más cercanas de las regiones vecinas como Mérida, Zulia y Lara.
De acuerdo a las declaraciones recolectadas, hay 1 ambulancia en el CDI de Plata IV, 1 en el ambulatorio La Paz, 1 en el Seguro Social de Valera (pero que también falla de manera continua), 2 en el Hospital de Trujillo “José Gregorio Hernández” y 1 en el hospital de la zona baja “José Vasallo Cortez”.
Denuncian que en la empresa del estado Venvidrio también tienen una ambulancia con la que no se cuenta. Protección Civil Valera no tiene ambulancias y los bomberos de Valera tampoco, incluso comentan que usan camiones cisternas para trasladar a pacientes cuando la emergencia lo amerita.
Los choferes de las ambulancias que llegan al Hupec también revelan que hay dos ambulancias nuevas que usan en las jornadas del gobierno de Trujillo. Sólo allí las han visto, pero no saben a qué centro de salud están adscritas.
“Las unidades se están deteriorando cada día más por falta de mantenimiento”, expresan los choferes, y ponen como ejemplo la ambulancia que cubre la zona entre Chejendé y Carache, adscrita al CDI: no tiene oxígeno, la bombona está vacía, le falta una batería y tampoco tiene aire acondicionado. Cuando la persona está muy grave, los médicos acompañan al paciente y el hospital presta los equipos de respiración y estabilización.
Este caso se repite en todas las ambulancias ante las urgencias.
Entre los usuarios que más requieren el servicio de ambulancia detallan que son las personas de la tercera edad, mujeres embarazadas y motorizados que sufren accidentes de tránsito.
Las guerreras: Alcaldía de Valera
“Las guerreras” como las llaman, las que prenden la luz en el camino, son las ambulancias de la Alcaldía de Valera, coordinadas por la oficina de Desarrollo Social al mando de Luz Marina Vargas, quien informa que tienen 3 unidades, pero 1 se dañó hace 4 meses por un viaje que se hizo a Caracas y “ahora le reparan el motor”.
Las 2 que quedan las administran cuidadosamente. Una es estrictamente para traslados municipales y la otra sí sale fuera del estado. Cuentan con 4 choferes quienes también son paramédicos y se turnan en los viajes. Además siempre van acompañados de 1 funcionario de Protección Civil Valera.
Manifiestan que la demanda es tan alta que deben programar los viajes fuera de Trujillo, y priorizar los casos, pues ya tienen copadas las próximas dos semanas. “La lista es demasiado larga. Insistimos en atender en primer lugar a los ciudadanos de Valera y luego a los de Timotes, Caja Seca y zonas cercanas…”.
Indican que las tres ambulancias tienen oxígeno, pero sólo la que sale fuera del estado tiene aspiradores y corriente para colocar los aparatos. Sin embargo, siguen siendo ambulancias de segunda, no hay ninguna que esté totalmente equipada para ofrecer una atención inmediata y compleja.