La historia de los pueblos registra proezas y sacrificios que nos dicen muchas veces de la calidad moral y de la dignidad de nuestra gente. No será la primera vez que nuestro da lecciones de dignidad y conciencia política. En 1952, el triunvirato dictatorial liderado por militares, se decide abrir un proceso electoral constituyente para darle rostro legal al régimen; proceso comicial que ocurre el 30 de Noviembre. Para entonces, el régimen dictatorial ha apresado decenas de dirigentes democráticos, asesinado a otros -entre ellos a Leonardo Ruiz Pineda-, aventado al exilio a muchos. IIegalizados los partidos sólo quedan activos COPEI y URD; se discute si se participa o no en la convocatoria electoral de la dictadura: se decide participar. El rumor de la abstención recorre a Venezuela, hay repudio popular contra la dictadura; el régimen y su parapeto electoral, el FEI (Frente Electoral Independiente) confían en ganar: hay bonanza económica, las obras públicas están de moda, la represión también -hay miedo- y la promesa de sus agentes oficiales es profusa como su propaganda y el uso de los recursos. La oposición (Copei y URD) apenas podía reunir asambleas, con movilización muy limitada, con poquísima publicidad y mucha vigilancia de la policía política, llamada entonces Seguridad Nacional. Llegó el 30N y ¡el pueblo votó! Para la tarde de ese memorable día el conteo daba un clamoroso triunfo a las fuerzas democráticas y una aplastante derrota al gobierno dictatorial. Ese día el pueblo se mostró muy por delante de sus dirigentes y fue a sufragar apertrechado de conciencia del superior deber que reclamaba el momento vivido: fue a dar luz en la tenebrosa noche dictatorial y a abrir postigos a la libertad; igualmente a sepultar en montañas de votos a quienes al pueblo y al gobierno. Llámenos a éste por su nombre, sindiquemos a sus alabarderos, acusemos a los carceleros, a los hambreadores, a los corrompidos y ladrones, saqueadores. Es la política responsable. Pero sobre todo, estemos al frente.
Justo Mendoza Secretario Político de Avanzada Progresista.