Luis Barragán: Del peculiar tal-constituyentismo

Luis Barragán: Del peculiar tal-constituyentismo

 

Luis Barragán  @LuisBarraganJ
Luis Barragán @LuisBarraganJ

Siendo varias las circunstancias, no ha sesionado la Asamblea Nacional (AN), cuya sede la ha tomado crecientemente la tal constituyente (TC) con el apoyo de la unidad militar enquistada en palacio, presta a facilitarle todas las comodidades que sólo el acto de fuerza dice justificar. Incluye, el aparataje televisivo de rigor y la sempiterna tarima ubicada hacia la puerta oeste que conjuga todas las soledades por la indiferencia militante de los transeúntes a los que entorpece.

Que sepamos, no existe constancia alguna de los procedimientos tales-constituyentistas, controles de asistencia y tampoco de un objeto concreto de sus reuniones, u otras de las formalidades que la única presencia de sus dirigentes no logra allanar.  Huelga comentar que  la discusión, los matices y las contradicciones que les son naturales, están vedadas en esta versión desmejorada y parapeteada, improvisada y huera del parlamentarismo que desean imitar.





La primera reunión de la TC de la semana pasada, no distante la segunda, incurrió en la habitual sucesión mitinesca de oradores  que tienen por único mérito un apoyo o respaldo específico del poderdante. Quinientos y tantos miembros de un cuerpo que, simplemente, no cabe en el hemiciclo protocolar, cuyo aforo es de 430 personas, se nos ha dicho, generan las naturales corrientes de opinión que, censuradas, hacen a unos más iguales que a otros, e – inconsulto el libreto – deben lidiar por unos minutos de fama a lo Warhol, gracias a las emisoras oficiales y oficiosas.

Por supuesto, ayuda a la faena la invitación de un alto funcionario del Estado que concurre a esta suerte de congreso permanente del PSUV para elevar el tono de la propaganda. Y así como Pedro Carreño aportó la expresión “coño e´madrada” en una de las pocas sesiones de la AN a la que concurrió, Iris Varela elevó una mentada de madre en la TC (*), ilustrándonos sobre la importancia que le conceden a la descomposición del lenguaje en un proceso político – redundemos – de descomposición deliberada, plena y eficaz que hace añicos el siglo XXI, muy antes prometedor.

Lo más relevante de las reuniones de la TC, pasada la semana,  además de dejar constancia de una cohabitación práctica, desigual y no declarada con la AN, por ahora, ha sido el de un esfuerzo supremo por hacerse notar ante el país que sabe muy bien de su naturaleza e intenciones, por no abundar en relación al origen espurio que la marca: por ello, la movilización autobusera en los alrededores de la usurpada sede legislativa y la tarima que no suscita el genuino entusiasmo siquiera de sus promotores, como el anuncio – esta vez sí – de algunos capítulos constitucionales que avisan de una particular elaboración.  De intentar alguna comparación, por una parte, nos remite al multitudinario soviet supremo que motivó la reseña y reflexión de tratadistas que mueven a la nostalgia, como Duverger y García-Pelayo, francamente inoperante como expresión parlamentaria del régimen; y, por otra, a la Asamblea Nacional Constituyente de La India que duró doce largos años, quizá justificada por la absoluta, irrepetible y, a veces, incomprensible  complejidad   de sus realidades sociales.

(*) https://www.lapatilla.com/2017/10/03/pobre-palacio-la-mentada-de-madre-de-iris-a-quienes-critican-su-gestion-penitenciaria-video/

@LuisBarraganJ

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