La problemática ante la escasez de harina de trigo en el país continúa poniendo en jaque a los productores de pan en el estado, quienes obligados por la situación, tienen que comprar el rubro que es traído desde el hermano país Colombia a unos precios realmente altos; por lo que el costo de cada uno de los productos se eleva con cada compra. Así lo reseña diariodelosandes.com
Por Gabriela Rangel
En abril de 2017, el 80% de las panaderías grandes, medianas y pequeñas, se encontraban en lo que denominaron un cierre técnico, pues solamente se estaban dedicando a la venta de otros productos tales como charcutería, pastelería y hasta chucherías. Para mediados de junio y julio, ya la situación estaba normalizándose con la entrega de parte del Gobierno nacional, de harina regulada.
Nuevamente, para la fecha y desde el mes de septiembre, la producción del pan vuelve a ser noticia no solo por la falla de la harina de trigo como el rubro más escaso; sino por los precios que se elevan cada día más por el diferencial cambiario, pues la mayoría de unidades de producción están trabajando con la importada.
Ante la situación y para intentar que la colectividad les entienda, colocan carteles en los precios donde especifican que fueron fabricados con harina colombiana.
“Los precios se elevan, sí es verdad; pero nosotros los panaderos no tenemos la culpa, nuestros proveedores venezolanos no tienen harina, nos toca con la colombiana. Entonces nosotros tenemos que subir el precio y ahí está escrito en los carteles, así la gente se moleste no es la culpa de uno; sino de la falta de producción nacional”, manifestó un panadero que no quiso dar su nombre.
Manifestó además que como empresario, de las ventas de su unidad productora de pan dependen muchas familias, la de cada uno de sus empleados, por eso aunque es más caro, compra la harina colombiana para no tener que cerrar las puertas de su negocio.
Los precios
Un pan español que hasta hace dos o tres meses estaba costando entre 200 y 300 bolívares la unidad, se puede encontrar entre los Bs. 700 y 900, precio que es considerado como un “abuso” por algunos consumidores.
El dulce, camaleón, trenzado o azucarado, se puede conseguir el más barato en 8 mil bolívares con un tamaño mediano; mientras que en otras panaderías puede ir entre los 10 mil y 17 mil la unidad. El de sándwich, perro caliente y hamburguesa, tienen un costo de 14 a 16 mil, dependiendo de la cantidad de unidades; estos como las variedades más buscadas por el tachirense.
Una señora habitante de La Concordia que se identificó como Liseth Gómez, manifestó que comer pan en su casa es prácticamente un lujo, pues los precios tan elevados son un “abuso”.
“Cuando de la quincena sobra se compra; cuando no, no. En la casa somos 5 personas, 2 panes por cabeza para la cena o desayuno, eso me representa a mí 9 mil bolívares diarios; si compro toda la semana, sería 63 mil, prácticamente lo que gano en la quincena. No se puede, es un abuso”, lamentó.