Perú realizó este viernes un simulacro nocturno de un terremoto de 8,5 grados de magnitud en la escala de Richter y un posterior tsunami a nivel nacional que dejaría más de 50.000 muertos y al menos 8.000 desaparecidos, según informó hoy el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), reseñó EFE.
A las 20.00 hora local (01.00 GMT del sábado) comenzaron a sonar las alarmas en las principales calles y plazas de las ciudades de la costa y los Andes de Perú para que la población evacuara los edificios y se reuniera en las áreas de seguridad delimitadas en los espacios públicos.
Sin embargo, el simulacro tuvo una limitada participación por parte de la población, que en numerosos casos continuó haciendo sus actividades con normalidad.
En algunos puntos neurálgicos como la Plaza de Armas de Lima se instalaron equipos médicos de emergencia y se simularon rescates y atención a heridos que levantaron la curiosidad de los transeúntes hasta que entendieron el tenor de la actividad.
Además de Lima, el simulacro también se siguió en las ciudades norteñas de Trujillo, Piura y Tumbes, en la sureña Arequipa y en la amazónica Tarapoto, entre otras.
Entre los participantes en el simulacro estuvo el presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, quien abandonó su domicilio en el momento del simulacro y se dirigió posteriormente a la sede del COEN para conocer los detalles de la emergencia de la mano de las autoridades encargadas de seguridad y prevención.
Kuczynski aconsejó tener en cada domicilio una mochila de emergencia con distintos productos de primera necesidad para casos de emergencia, como agua, comida enlatada, una linterna y una radio.
Según el reporte de las autoridades, el epicentro del terremoto, que tuvo un minuto de duración, se situó 90 kilómetros al oeste del litoral y a una profundidad de 35 kilómetros bajo la superficie marina, lo que originó un tsunami de diez metros de altura que alcanzó la costa dieciocho minutos después.
El balance de daños también estima que el movimiento telúrico dejaría más de tres millones de personas damnificadas en el país, con decenas de miles de casas destruidas y centenares de vías de comunicación afectadas.
El tsunami dejaría inundado el aeropuerto limeño Jorge Chávez, el mayor de Perú, por lo que la base militar de Las Palmas sería la única instalación disponible para que Lima recibiera ayuda humanitaria por vía aérea.
El ministro peruano de Defensa, Jorge Nieto, instó a la población a participar de manera responsable en los simulacros que programan periódicamente las autoridades porque señaló que “lo que está en juego son nuestras vidas”.
Preguntado por la posibilidad de hacer simulacros que no estén programados, Nieto aseguró que el Gobierno peruano evaluará la forma de hacerlos “si es que contribuyen a fortalecer la cultura de prevención”.
El reciente terremoto de 7,1 grados de magnitud en la escala de Richter ocurrido en México el pasado 19 de septiembre, que causó 369 muertos, despertó la preocupación en Perú sobre la preparación para afrontar un evento similar, especialmente en el caso de edificios construidos de manera irregular.
Perú se ubica en la zona denominada Cinturón de Fuego del Pacífico, donde se registra aproximadamente el 85 por ciento de la actividad sísmica mundial.