Cientos de habitantes de Jojutla formaron este jueves una valla humana y encendieron veladoras al cumplirse el primer mes del terremoto que el 19 de septiembre pasado causó fuertes daños en esta localidad del estado mexicano de Morelos, reseñó EFE.
“Es una manera de dar gracias a todas las ayudas que recibimos en los días de crisis y los subsiguientes”, declaró a Efe Rosa Isela González Sánchez, residente del barrio Zapata, de Jojutla, una de las zonas más afectadas por el terremoto.
El acto comenzó con el encendido de veladoras para formar una cruz en memoria de las víctimas, y continuó con la creación de una cadena humana con la participación de cientos de personas.
El momento más significativo tuvo lugar a las 13.14 horas locales (18.14 GMT), hora en la que ocurrió el temblor, cuando los participantes se tomaron de las manos y las levantaron para después cantar el himno nacional mexicano.
El terremoto, de magnitud 7,1, afectó seis estados del centro y sur de México y provocó 369 muertos, entre ellos 19 en la ciudad de Jojutla, una de las poblaciones de Morelos más dañadas.
Aleida Romero Sánchez, damnificada por el terremoto, dio las gracias por el apoyo que sus vecinos le han dado en todo momento desde el desastre.
“Agradezco que hayan venido, le quiero pedir a toda la gente que sigan haciendo oración por mí, porque sé que pronto voy a despertar de este suceso”, declaró.
Alrededor de 300 viviendas se derrumbaron y casi 2.000 inmuebles presentaron daños en Jojutla, una población cercana a la zona del epicentro del terremoto, que se situó en los límites de los estados centrales de Morelos y Puebla.
En la capital mexicana, hoy se rindió un homenaje a las víctimas del terremoto, mediante tres minutos de silencio a las 13.14 en los que los ciudadanos mantuvieron el puño en alto.
El gesto respondió a una convocatoria ciudadana transmitida en redes sociales, en la que se pedía guardar el primer minuto de silencio para recordar a los fallecidos, el segundo para reconocer el trabajo de quienes ayudaron en los rescates y el tercero para no olvidar lo sucedido y fomentar una cultura de prevención.